lunes, 30 de septiembre de 2019

DIOS DISPONE


DIOS DISPONE

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”, Romanos 8:28
En nuestra vida tenemos anhelos, planes y proyectos que queremos se lleven a cabo. Pero muchas veces nos estancamos, vemos que las cosas aparentemente no salen como queremos o de acuerdo a nuestros planes.
Por lo anterior, debemos conocer la verdad para cambiar nuestra forma de pensar, la verdad de su Palabra que nos dice que Dios tiene un plan y tiene un propósito individual para cada uno de nosotros. Tiene planes para bendecirnos y darnos el futuro que más nos conviene (Jeremías 29:11), también tiene propósitos concebidos desde el centro de su corazón para nuestra vida.
En nuestra confusión estamos esperando a Dios de forma pasiva, pero Él nos está esperando a nosotros, a nuestra disposición para escucharlo, a dejarnos guiar para que sus propósitos fluyan en nuestra vida. Es esencial pedirle a Dios que nos muestre sus caminos y que nos revele sus propósitos como nos explica el Salmo 16:11: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”, por esto debemos pedirle que seamos llenos del conocimiento de su voluntad, y nos conceda sabiduría e inteligencia para comprender día a día, de forma más clara este propósito.
Si así hacemos, confiando en que Dios tiene planes y propósitos, pidiéndole que nos revele y aumente este entendimiento, entonces la forma en que vivimos será una forma de vivir guiada por su Espíritu, y esto siempre honrará y agradará al Señor, como consecuencia nuestras vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, seguiremos creciendo a medida que aprendamos a conocer a Dios más y más. (Colosenses 1:9-10)
No hay peor incertidumbre que no tener claro el camino, que no comprendamos cuál es nuestro propósito y menos que no tengamos clara la meta de nuestra vida, pero Dios de manera especial tienes planes específicos. Es momento de permitir que Dios inicie los planes que tiene para cada uno de nosotros apartándose para Él (2 Timoteo 1:9, 2 Timoteo 2:19), perseverando y resistiendo, porque muchos abandonan el propósito designado (1 Pedro 5:10), y disponiendo nuestros planes particulares, esperando que sean aparejados de acuerdo a la voluntad de Dios (Proverbios 16:1-7).
Hermanos, al no comprender algo nos enojamos porque no entendemos que los planes de Dios son mejores que cualquier plan que podamos tener, y que nos lleva a abandonar todo temor, inseguridad y frustración. Oración.
"Señor, dispones todas las cosas según el designio de tu voluntad, por eso sabes lo mejor para mí, dispongo hoy mi vida para que sea guiada por ti. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 29 de septiembre de 2019

LA OSCURIDAD ES VENCIDA POR LA PALABRA DE DIOS


LA OSCURIDAD ES VENCIDA POR LA PALABRA DE DIOS

“En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.”, Isaías 29:18
“librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.”, Hechos 26:17-18
La oscuridad reina en estos momentos en la humanidad, muerte, dolor, enfermedad y pobreza. En cada lugar o nación donde se ha olvidado un principio de Dios, ha sido reemplazado por el mal. Pero esta oscuridad es reflejo del corazón de cada hombre, es allí donde surgen las injusticias y la maldad que se disfraza de buenas intenciones.
Entonces es allí, en el corazón del hombre, donde un libro puede llenar de luz la conciencia del ser humano, de los que andan ciegos. La Palabra de Dios, contenida en el Libro sagrado, la Biblia, tiene el poder de abrir los ojos de los ciegos, para que vean en medio de la oscuridad.
Y el mensajero que toma la responsabilidad de explicar y llevar ese mensaje tiene en sus manos la antorcha que alumbra el camino de los que moran en sombra de muerte.
Tú, hermano, que lees esta reflexión, toma en tus manos el libro de la vida, la verdad de Cristo, que hoy más que nunca debe ser llevada con todo amor y diligencia a cada corazón que ha sido oscurecido por el pecado, como dice la escritura “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” (Isaías 9:2). Así que, ¿ya alumbraste con la Palabra de Dios el corazón de tu familia, los corazones de las personas del barrio donde vives, o de tu pueblo o ciudad, anunciándoles el mensaje para que reciban, por la fe que es en Jesucristo, perdón de pecados y la vida eterna?  Oración.
"Señor, resplandece en mi corazón con tu Palabra para que otros noten que tú vives en mí y vengan a tu luz. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 28 de septiembre de 2019

ÁRBOL QUE DA BUEN FRUTO


ÁRBOL QUE DA BUEN FRUTO

“No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”, S. Mateo 7:18-20
Al final, no seremos conocidos por nuestras buenas intenciones, sino por nuestras acciones. Y ¿cómo queremos ser conocidos, por hacer lo que agrada a Dios o por hacer lo que la tendencia al pecado nos arrastra? De seguro, hacer la voluntad de Dios siempre será mejor. Entonces necesitamos un cambio interior si queremos que el resultado de nuestras acciones sea correctas, íntegras, con una meta diferente al egoísmo o a la ambición de las cosas temporales. Este cambio interior ocurre cuando nos acercamos por fe a Cristo, Él renueva nuestro interior colocando la disposición en nosotros, para hacer las cosas que agradan y dar fruto verdadero. Si creemos en Jesús, Él hace de nosotros un campo fértil donde puedan florecer obras buenas, cosecha abundante de buenos frutos.
Si queremos que el resultado o fruto de nuestro trabajo, estudio o lo que estemos haciendo sea verdadero, duradero y bueno, no queda otro camino que la obediencia a Cristo y a su Palabra. Todo aquel que quiera que la cosecha de su vida sea abundante, sin perdida y llena de paz, debe ajustar sus planes a la voluntad de Dios, entonces Él mismo tomando el control de lo que hacemos nos ayudará a que el resultado de nuestra determinación sea bueno, agradable y conforme al corazón de Dios. Oración.
"Señor, tú miras el corazón y conoces mis intenciones, límpiame mi Dios para ser un terreno fértil que da buenos frutos, que hace tu voluntad. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 27 de septiembre de 2019

PIEDRAS VIVAS


PIEDRAS VIVAS

“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. “, 1 Pedro 2:5
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”, Juan 4:23-24
Tenemos la concepción equivocada de que a Dios se le rinde adoración en un lugar externo, en una casa de piedra, incluso hemos llegado a pensar que ese lugar es la iglesia. Pero no es así, lo que nos revela la Biblia, es que cada uno de nosotros, cuando aceptamos el mensaje de Cristo en nuestro corazón, se nos da vida juntamente con Cristo y llegamos a ser piedras vivas; cada creyente es una piedra espiritual de la iglesia de Cristo.
Así que debemos pensar en la iglesia no como una organización humana, sino como un cuerpo vivo conformado por miembros que tienen el mismo Espíritu, que han recibido del Señor con el fin de servirle y adorarle, en comunión como hermanos, pero también cada uno en nuestro interior le adora mediante la obediencia a la verdad de su Palabra y entregando todo su ser, espíritu, alma y cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. (Romanos 12:1).
Por esto, no vamos a un lugar a ver a Dios o a sentir la presencia de Dios, vamos a congregarnos para ser instruidos y para tener comunión unos con otros, presentando a Dios como ofrenda nuestra propia vida, somos la casa espiritual de Cristo, Él habita en nosotros realmente.
No es un simple anhelo o emoción, es el gran misterio que estuvo oculto, reservado para estos tiempos: Dios envió a Cristo, para que habite en nosotros. (Colosenses 1:26-27). Y esto lo cambia todo, hay un compromiso y una entrega de parte de nosotros, para vivir en completa santidad ya que somos el edificio espiritual de Cristo (1 Corintios 3:9). Oración.
"Señor, abre mi entendimiento, para comprender lo que soy en Cristo, y vivir mi vida en santidad y adorándote con mi espíritu en comunión con tu Espíritu, mediante la verdad de tu Palabra. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 26 de septiembre de 2019

DIOS VA DELANTE DE TI


DIOS VA DELANTE DE TI

“Y Jehová delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”, Deuteronomio 31:8
“Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;”, Isaías 45:2-3
El Señor no se detiene, una vez hemos encomendado a Él nuestros proyectos, está actuando en nuestro favor. Delante de nosotros y con nosotros, vamos de su mano.
Aunque aparentemente no veamos su actuar o no sintamos su compañía, confiemos que Él está cuidándonos, no nos desamparará. Nuestra causa será su causa, en nuestra angustia o en nuestro cansancio estará allí para reconfortarnos.
Por eso no nos debemos rendir, por alcanzar nuestras metas, no para buscar nuestra gloria, sino para que Él sea conocido a través de nuestras vidas, ese es el fin, que Él sea honrado y sea glorificado su santo nombre. Así que en el día de la aflicción le llamaremos, Él nos salvará y nosotros le daremos toda la honra (Salmos 50:15).
Él va delante de nosotros, colocando las circunstancias a nuestro favor y aprovechando las pruebas para nuestra formación, no dejará que seamos tentados más allá de nuestra resistencia, porque es fiel. Él va enderezando los lugares torcidos, librándonos del peligro; hará que surjan oportunidades donde no las había.
Estas no nos frases para animarnos externamente, es lo que promete un Dios fiel y verdadero en su Palabra. Si confiamos, Él va delante de nosotros y nos acompañará, solo esforcémonos en confiar en Él y hacer lo que su Palabra dice. (Josué 1:8-9).
Nos intimidamos, cansamos, dudamos y hasta resbalamos, pero por su fidelidad y gran amor defenderán nuestra causa, nos levantará, renovará nuestra fuerza, quebrará el cerrojo de la puerta que se cerró o abrirá de par en par nuevas puertas de bendición para nuestra vida. Ese es el Dios poderoso que tenemos y que va delante de nosotros. Oración.
"Gracias Señor, confío en ti y no dudo que vas delante abriendo caminos para mi bien, para mi aprendizaje y mi bendición. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 25 de septiembre de 2019

UN NUEVO PACTO, UN NUEVO MANDAMIENTO


UN NUEVO PACTO, UN NUEVO MANDAMIENTO “Y El Señor Dios dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”, Éxodo 34:1
“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”, Jeremías 31:33
El pueblo de Israel no pudo cumplir el pacto dado por Dios a Moisés, una y otra vez pecaron contra Él, incumpliendo el pacto, y esto trajo graves consecuencias.
Sin embargo, Dios a través de los diferentes pactos tenía propósitos más grandes. Con ellos nos enseña principios muy importantes, que anhela que conozcamos para entender su gran amor y misericordia.
El Señor promete luego a Israel que ya no escribiría sus leyes en tablas de piedra, sino en cada corazón y que iba a ser un nuevo pacto que no dependería de ellos o no sería condicionado por lo que hicieran, sino que sólo dependería de Dios, ante la incapacidad del hombre de cumplir sus leyes.
Por medio de Cristo, Dios hizo un pacto eterno con todos lo que creen en su hijo: escribió sus leyes en el corazón.
Un pacto que entendemos por medio de su Espíritu y podemos cumplirlo con la fuerza que Él nos da. Esto ocurre en la cruz, cuando cada uno de nosotros por fe en Jesús, acepta su salvación; este pacto es realizado espiritualmente en nuestra vida. Es consumado, determinado y hecho realidad en cada uno de nosotros.
Dios coloca en nosotros su Espíritu, escribe sus mandamientos en nuestro corazón, para poder agradarle y recibir la libertad de la esclavitud del pecado.
Ahora que creemos en Cristo, por amor a Él y no por obligación, podemos cumplir los mandamientos. Resumidos en la práctica, en un nuevo mandamiento: “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34). Hermano, que el nuevo pacto nos lleve a cumplir con el nuevo mandamiento.  Oración.
"Señor, me has dado un nuevo corazón para cumplir tu Palabra, para obedecerte por el amor que colocaste en mí. Que ese nuevo pacto me de la fuerza para cumplir con el nuevo mandamiento del amor. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 24 de septiembre de 2019

LA EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CONFORME A LA PALABRA DE DIOS


LA EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CONFORME A LA PALABRA DE DIOS

Oración.
"Señor guíame a toda verdad, oro por mis maestros y pastores para que sean llenos de tu gracia y puedan enseñar tu Palabra correctamente, así mismo, mi Dios, que pueda entender tu Palabra y cumplirla fielmente. Amén.
 “¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?”. “Dice el Señor: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice el Señor, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice el Señor.”, Jeremías 23:29, 31-32
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,” Efesios 4:11-12
En el presente, se han levantado falsos maestros y predicadores que su enseñanza se basa en la ignorancia o en sus propios intereses particulares, por lo cual pervierten la sana doctrina de la Biblia y desvían a las personas de la verdad, causando mucho dolor y mal testimonio con los de afuera de la iglesia.
Es importante que cada uno estudie la Biblia, pero que ese estudio se haga bajo la autoridad de sus pastores o profesores. Cristo lo ha enseñado y el Espíritu Santo ha repartido dones para que se pueda hacer de tal forma que se edifique el cuerpo de Cristo. Así, con toda profundidad podemos someter a prueba todo lo que nos digan, y conocer si es verdad, consultando en las escrituras y no según lo que cada uno interprete o perciba de forma subjetiva. Como lo registra la Biblia en Hechos 17:11, tenemos que aprender de las personas de la iglesia de Berea que “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Es prioritario que tengamos un estudio personal y privado de la Biblia, aplicando cada enseñanza a nuestra vida, pero acompañado con la orientación y estudio que Dios ha dispuesto en su iglesia local; por su gran amor ha provisto a pastores y maestros, y a su Santo Espíritu que nos dirige a toda verdad. Somos grandemente bendecidos cuando con toda diligencia iniciamos a tener un sólido conocimiento de su Palabra, tomando estos tres elementos en nuestra vida: El estudio personal, la enseñanza de nuestros profesores o maestros de la iglesia y la guía del Espíritu Santo. Oración.
"Señor guíame a toda verdad, oro por mis maestros y pastores para que sean llenos de tu gracia y puedan enseñar tu Palabra correctamente, así mismo, mi Dios, que pueda entender tu Palabra y cumplirla fielmente. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 23 de septiembre de 2019

SIENDO VERDADEROS AMIGOS


SIENDO VERDADEROS AMIGOS
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.”, 1 Corintios 15:33
“En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.”, Proverbios 17:17
Si queremos un cambio radical en nuestra vida y ser bendecidos en todas nuestras áreas, debemos dejar atrás las viejas costumbres, incluso las que hacíamos con viejos amigos. Porque si andamos con personas necias, desobedientes a Dios, terminaremos haciendo lo mismo que ellos, dejándonos influenciar. A menos que siendo nosotros maduros en la fe y llenos del fruto del Espíritu Santo, seamos capaces de dar ejemplo para que ellos se conviertan a nuestra fe y no que terminemos convirtiéndonos a ellos o involucrados en lo que ellos hacen.
Jesús nos enseñó, que “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Juan 15:13 ), por eso Él es nuestro mejor amigo, un amigo verdadero.
¿Quieres iniciar un cambio en tu vida? Deja atrás los llamados mal amigos, apártate para Cristo y luego de que estés preparado y haya un cambio en ti, por medio de tu testimonio, Jesús salvará a aquellos amigos. ¿Quieres que tus amigos se salven? Empieza aceptando el cambio que Jesús hará en ti y luego compártelo a ellos. Si no es así, nunca has sido un verdadero amigo. Oración.
"Señor, quiero ser un verdadero amigo, ayudar a otros en tiempo de angustia, así como tú me llamaste a mí y diste la vida por mí, quiero llevar el mensaje de tu amor en mí, con testimonio y tu Palabra de verdad. Ayúdame en el nombre de Jesucristo. Amen. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 22 de septiembre de 2019

¿QUIÉN ES DIOS?


¿QUIÉN ES DIOS?

“Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.”, Daniel 2:21-23
Tenemos un conocimiento de Dios basado en cosas externas que escuchamos de Él, muchas veces son ficticias o basadas en conceptos personales, no en la verdad que Él mismo ha revelado de sí.
Lo que creemos de Dios es la suma de muchas percepciones o interpretaciones personales que luego han sido transmitidas por medios de comunicación, libros, cultura u otras formas de expresión. Pero realmente la única la forma precisa en qué Dios se revela a sí mismo, es través de su Palabra, pues si no conocemos realmente a Dios, nuestra actitud es afectada, porque lo que creemos sobre Dios afecta lo que creemos sobre nosotros mismos. También afecta lo que pensamos de otra persona, como joven, como padre, como esposo, lo que pensamos de nosotros mismos es influenciado por lo que pensamos de Dios.
Para entender esta reflexión, podemos ver el ejemplo de David, él sabía quién era Dios, cuando en 1 Samuel 17:45, le dice a Goliat “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.”, estaba seguro, de que Dios estaba con Él y en nombre de quien estaba hablando, el resultado de su segura creencia fue su segura forma de actuar y de obtener la victoria, apoyado no en su propia fuerza sino en el poder y la fuerza que conocía de Dios.
Nuestra sociedad actual, así como Goliat, ofende el nombre de Dios, lo usa en vano, lo que significa que sabe poco de Dios, ignora la realidad de su Santidad, soberanía y eterno poder, y rechazan su amor; ese amor revelado por medio del sacrificio de su hijo Jesucristo en la cruz, por nuestros pecados.
Creer en la gracia de Dios revelada en Cristo, conocerlo cada día más a través de su Palabra es indispensable para salir del pecado, para cambiar nuestras actitudes incorrectas, para tener la seguridad y gozar del Dios que acompañó a David en sus batallas, lo levantó en sus derrotas, lo perdonó y limpio de sus pecados y lo cuidó hasta su vejez. Un conocimiento y percepción correcta de Dios iniciará una revolución en mi corazón, un cambio de actitud en todas las áreas de mi vida y en todos los roles que desempeño. Es momento de conocerlo por medio de su Palabra.  Oración.
"Señor poderoso, Rey de mi vida, a ti sea toda gloria, quién como tú que tienes el control de todo y nada escapa de tus manos, te adoro y agradezco que por medio de Cristo me has mostrado todo tu amor y tu verdad. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 21 de septiembre de 2019

UN CORAZÓN LIMPIO


UN CORAZÓN LIMPIO
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”, Santiago 4:8
“Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”, Salmos 51:7-10
El pecado contamina todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo cuando cedemos a los malos deseos. Esto nos desconecta completamente de un Dios santo y puro. Pero en su amor nos ha dado a su hijo, para que por medio de su sangre preciosa seamos limpios de toda maldad y sea purificada nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios vivo (hebreos 9:14).
Es necesario acercarnos a Dios, dejar la ambigüedad de nuestro corazón y tomar una decisión radical y decidir por Dios y su Espíritu, dejar de seguir el mundo de pecado con sus deseos de la carne, pues éstos son contrarios (Gálatas 5:17 ). Es lo uno o lo otro; acudiendo sin demora a Dios por medio de la fe en Jesús, porque la paga del pecado es la muerte, pero Cristo ha pagado el precio por nosotros y nos ha liberado.
Así que no tenemos excusa, pues tenemos sus promesas y la esperanza de que una vez creamos en Jesús, cuando se manifieste en su venida, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es (1 Juan 3:2-3). Esta verdad nos debe llevar a esforzarnos por mantenernos fieles a su Palabra, a despojarnos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y a correr con perseverancia la carrera que tenemos delante de nosotros (Hebreos 12:1). Oración.
"Señor, por la preciosa sangre que Jesús derramó en la cruz, límpiame de todo pecado, y lléname de tu Espíritu para mantenerme alerta y perseverante. Hoy quiero dejar de raíz el pecado que contamina mi corazón y serte fiel. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 20 de septiembre de 2019

NO TE PREOCUPES, NO TE ANGUSTIES


NO TE PREOCUPES, NO TE ANGUSTIES
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.”, Juan 14:1
No nos dejemos llenar de angustia, confiemos en Dios y en Jesús. Sus promesas nos son más que suficientes en medio del problema. Cuando estemos a punto de caer en temor o angustia, miremos la cruz, recordemos que Él no nos falló para salvarnos, para llevarnos a la vida eterna, entonces tampoco nos fallará en ninguna situación por adversa que parezca, esperemos en Él hasta el último momento, Él llegará en el momento justo, Cristo tiene todo bajo control, aun la muerte venció, ¿no vencerá lo que nos causa preocupación? Claro que nos dará la salida, nos rescatará del hueco profundo, si hemos caído, y aprenderemos a confiar cada vez más en su provisión.
A veces decimos como el salmista ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?, pero confiemos en Dios, esperemos en Él alabándolo, luego de que llegue su ayuda, seguiremos alabándole y dando gracias porque su mano poderosa vino en nuestro rescate (Salmo 42:11).  Oración.
"Toma mi Dios, toda angustia, porque en ti he confiado, no me dejaré llenar de desespero ni de temor, pues espero en ti y mi esperanza eres tú, mi refugio es tu Palabra. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 19 de septiembre de 2019

ENTENDIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS. PARTE 2


ENTENDIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS. PARTE 2


“cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”, Santiago 4:14-15
Vivir sin hacer la voluntad de Dios es una vida llena de frustraciones. Seguir verdaderamente a Cristo, implica hacer la voluntad de Dios. Todo lo contrario, es evidencia de no tener una relación con Dios. Cristo lo miraba como una gran contradicción cuando decía: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, ¿y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46)
Por tanto, no seamos insensatos para entender y obedecer la voluntad de Dios, pues es revelada a nuestras vidas por medio de su Palabra, donde Dios nos enseña su voluntad y nos guía en su cumplimiento, (Salmos 143:10), por esto Él dejó maestros, pastores y líderes para que, enseñándonos su Palabra, actuemos sabiamente y adquirimos el entendimiento necesario para saber qué es lo que Dios quiere que hagamos (Efesios 5:17).
Cada día que nos levantemos dispongamos en oración todo lo que vayamos a hacer en sus manos, y pidamos que nos guíe, consultando su Palabra a diario y pidiéndole al Dios de paz que nos de la fuerza para colocar por obra las enseñanzas de Jesús. Que hoy no sea un día más, sino un día para hacer la voluntad de Dios. Oración.
"Padre, enséñame a hacer tu voluntad, que tu Espíritu me lleve por tu camino de rectitud y obediencia con toda firmeza en todas mis actividades del día. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 18 de septiembre de 2019

ENTENDIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS. PARTE 1


ENTENDIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS. PARTE 1
“Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.”, Lucas 12:47-48
Necesitamos conocer la voluntad de Dios y prepararnos para cumplirla, el problema latente es que o no la conocemos, o no nos conviene conocerla porque dañará nuestros planes personales, o simplemente no nos interesa. Pero si su voluntad es buena agradable y perfecta, ¿es mi voluntad mejor que la de Dios? Por supuesto que no.
Jesús conocía la voluntad de su Padre, pero necesitó prepararse para cumplirla y fuerza para ejecutarla, como notamos en el huerto de Getsemaní.
Jesús siempre nos enseñó que hacer la voluntad de Dios estaba por encima de todo, era su prioridad y su deleite, su alimento y su meta final. Como vemos en Juan 4:34, “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. No sólo se trata de tener una visión clara de la voluntad de Dios, sino de cumplirla fielmente hasta hacerla de forma completa. Muchas veces hemos empezado a hacer la voluntad de Dios, pero nos rendimos a medio camino.
Ahora, ¿qué es hacer la voluntad de Dios? Desde nuestra relación con los demás, hasta nuestra relación con Dios, su Palabra nos explica lo que debo hacer para hacer su voluntad, por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 5:18, dice que debemos dar gracias a Dios por todo, ser agradecidos, pues esto es su voluntad.
En Romanos 12:2 nos enseña que la mejor forma de conocer lo que Dios quiere que hagamos, es pensar de manera diferente a como piensa y hace el mundo o la sociedad actual, pues sus filosofías y estilos de vida hacen todo lo contrario a lo que Dios agrada.
En muchos pasajes se nos insiste que no practiquemos la fornicación (1 Tesalonicenses 4:3), ni ningún pecado, pues la voluntad de Dios es nuestra santificación, es decir que nos apartemos del mal, y de practicar cosas en contra de su ley moral, la cual está para protegernos de la muerte y del dolor que produce el pecado.
Dios espera que nos preparemos en sus caminos conociendo su Palabra para ser usados en toda buena obra, agradándole y sirviéndole en su propósito principal; que lo conozcan a Él y a su hijo amado a quien envió a nosotros para nuestra salvación (hebreos 13:21). ¿Estás preparándote, conociendo a Cristo, practicando y predicando sus enseñanzas con todo amor y pasión? Esta es su voluntad. (Juan 6:40). Oración.
"Señor, dame el entendimiento necesario para conocer tu voluntad y la fuerza para completar el propósito por el cual estoy aquí en la tierra. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 17 de septiembre de 2019

ESTAMOS COMPLETOS EN CRISTO


ESTAMOS COMPLETOS EN CRISTO

 “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”, Colosenses 2:9-10
Él está sobre todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, (Efesios 1:21), y nosotros por la fe en Él somos hijos De Dios (Gálatas 3:26).
Así que esa plenitud que habita en Cristo mora en nosotros, por eso estamos completos en Él. Él llena todo vacío que se pueda encontrar en nosotros con su amor; todo temor, toda falta de cariño y comprensión es satisfecha cuando lo recibimos, por eso es sanado nuestro corazón ya que Él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados. (Isaías 53:5).
Si hemos sido sanados, bendecidos en todo, gracias a Jesús, no tenemos por qué vivir en derrota, en desánimo, dependientes de algo o de alguien, si Cristo venció nuestro triunfo es la fe.
Por tanto, alejemos de nuestra vida todo vicio que pretenda llenar algún vacío, busquemos conocer el amor de Cristo para que así seamos llenos de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3:19). Oración.
"Gracias Señor porque gracias a Cristo estoy completo. Tu eres mi tesoro más preciado y suficiente en mi vida, guíame a conocerte más y a obedecerte para gozar de tu plenitud. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 16 de septiembre de 2019

SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE YO HAGA?


SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE YO HAGA?

“y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”, Hechos 9:4-6
Cuando todo en nuestra vida falla, cuando nos caemos del caballo de nuestro orgullo y no nos queda nada sino mirar a la cruz, lo mejor que podemos hacer es prestar atención a Dios y disponer nuestro corazón a obedecer.
Si no nos salen las cosas con las decisiones que hemos tomado, ¿no será el momento de empezar a hacerlas de manera diferente? Pero, ¿cuál es la manera correcta?
Como Saulo antes de que Dios le llamara, nuestro nombre es “Yo” y la forma de hacer las cosas es “a mi manera”, pero al recoger las consecuencias de nuestra desobediencia y estrellarnos, si acudimos a Dios, Él nos da un nuevo nombre y una forma diferente de pensar y de hacer las cosas en su poder y su sabiduría ilimitada.
Nuestro nuevo nombre no es un nombre denotado por algún nombre propio, sino un cambio en nuestra actitud, un cambio interior que hace Dios por medio de su Espíritu; por lo tanto, no volvemos a ser lo que éramos antes, y la forma de actuar es “conforme a tu voluntad”.
Es así como en este momento, si quieres ser bendecido viviendo a la manera de Dios, dile al Señor con todo tu corazón y disposición verdadera: Señor Jesús, ¿qué quieres que yo haga?   Oración.
"Señor, revela tu voluntad a mi vida, enséñame tu propósito para mi vida, no quiero vivir a mi manera sino siguiendo la guía de tu amor derramado en mi corazón por la gracia de Cristo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 15 de septiembre de 2019

CÁRCELES EMOCIONALES. PARTE 1


CÁRCELES EMOCIONALES. PARTE 1
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buena
s nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”, Lucas 4:18
Tal vez muchos no están en una prisión física, pero sí encerrados en conflictos emocionales que los mantienen atrapados en su mente.
Incluso hay personas que físicamente han ido a parar a una cárcel por algún delito cometido o incluso por injusticia, y han encontrado allí la libertad cuando han escuchado y creído en la Palabra de Dios.
Porque la Palabra de Dios, cuando la aceptamos, tiene un primer efecto y es el de liberar nuestra mente de la opresión de la mentira, que causa confusión y altera nuestra forma de actuar. La mentira nos lleva a estar cautivos de nuestras emociones, porque creerle implica no estar atento a escuchar la guía del Espíritu de Dios, pues Jesús nos prometió que Él nos guiaría a toda verdad.
¿Hay alguna opresión en tu vida que te lleva a sentirte sin salida, atrapado en sí mismo o en los problemas? Evalúa lo que es verdad en cada situación, analizando todo frente a lo que dice la Biblia y llevando el pensamiento a la obediencia a Cristo. A través de su Palabra encontramos libertad y paz para nuestro pensamiento, pues no se trata de que no tengamos ningún problema o de que se terminen inmediatamente, sino que Dios nos da la fuerza para resistir, la sabiduría para resolver y la libertad a través de su Palabra.  Oración.
"Gracias mi Señor porque me has dado libertad en mi mente, porque tu verdad revelada nos conduce hacia sendas de justicia y amor, porque donde está tu Espíritu, allí hay libertad. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 14 de septiembre de 2019

CONSUMADO ES, COMPLETO SOY


CONSUMADO ES, COMPLETO SOY
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”, Juan 19:30
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”, Juan 12:24
El significado de “Consumado es” alude al pago total de una deuda, usado tanto para los comerciantes de la época como para un prisionero que había terminado su condena y le era entregado un documento o escrito con la palabra “cumplido” o “consumado es”. En la escritura se nos explica lo que hizo el Señor Jesús respecto a nosotros, en este sentido: “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Colosenses 2:14).
Por esto decimos que Cristo pagó la deuda que nosotros teníamos por el pecado, fue un sacrificio completo, una vez y para siempre, no debemos agregarle o quitarle nada, sino aceptarlo en nuestra vida; no es un sacrificio que va a ocurrir o un acto a la espera de realizarle, tampoco es un proceso, sino un acto de amor que ocurrió y ahora se hace cierto en cada creyente.
Cuando por fe aceptamos en nuestra vida que así como Cristo murió y resucitó, nosotros también, entonces somos rescatados del pecado y es pagada completamente la deuda que teníamos por el pecado. Podemos decir así como Cristo, consumado es, completo está, no por nuestro méritos sino por lo que Él ya hizo en la cruz.
Lo que sigue es honrar a Dios, glorificándolo por medio de mi vida. Aunque hay un proceso de santificación y madurez, que se da al identificarnos día a día con lo que sucedió y de vivir conforme a la nueva naturaleza que Dios hizo en nosotros, es nuestro compromiso, por amor, entender y vivir esta plenitud. Con respecto a esto dice la escritura “para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.”. (Efesios 3:17-19).
Pidamos a Dios entender la plenitud del sacrificio de Cristo en la cruz y su resurrección, para que esa plenitud del amor de Cristo sea revelada a nuestras vidas, se haga efectiva para que tengamos seguridad de nuestra verdadera identidad, para que no dudemos y para que vivamos llenos de gozo, porque estamos completos en Él. (Colosenses 2:10). Hermano, Cristo hizo la tarea completa, así que estamos completos en Él, esto sin duda debe fortalecer nuestra alma y hacer mantener nuestra confianza en Él. Oración.
"Gracias mi Señor y Salvador, porque pagaste la deuda por mis pecados y tu obra se completó para que ahora yo viva convencido, en amor y plenitud. Quiero vivir en santidad y gozar de tu plenitud y abundancia de bendiciones. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 13 de septiembre de 2019

EL DOLOR QUE PRODUCE EL PECADO


EL DOLOR QUE PRODUCE EL PECADO

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”, Isaías 53:4-5
El pecado no es un juego, produce enfermedad, dolor y muerte. Por esto Cristo cargó con la enfermedad del pecado, que nos llevaba a la muerte eterna.
El pecado también produce dolor, un dolor inmenso que deja vacíos en nuestro interior, que afecta nuestros pensamientos y nuestra conducta.
Todos nosotros de alguna manera hemos sufrido las consecuencias por causa del pecado, ya sea el de nuestros abuelos, padres o nuestros propios pecados; también hemos sufrido cuando alguien peca en contra de nosotros. Así mismo, causamos un dolor profundo cuando pecamos en contra de otra persona, si lo condenamos, si lo maltratamos o si hablamos mal de él; sin duda hemos pecado y causado mucho dolor (Mateo 5:22-23).
Este dolor que produce el pecado también fue llevado por Cristo en la cruz, y como respuesta nuestra a esa gracia y perdón recibido, debemos perdonar y esforzarnos por no causar más dolor a nuestro prójimo, porque lo que nos correspondía padecer por causa de nuestros pecados, Jesús ya lo padeció.
Ahora que hemos sido limpiados, perdonados y justificados por Cristo, vivamos a la justicia, vivamos por Él y para Él, ayudando a limpiar las lágrimas de dolor que produjimos, sanando el corazón que lastimamos, quitando las cadenas que atamos y las cargas que pusimos en otros. Anunciemos la libertad por medio de Cristo, mostrando en nuestras vidas que el dolor fue quitado de nuestro corazón. Si hemos de sufrir algún dolor, que sea por causa del anunciar el evangelio, aunque será con extremo gozo. Oración.
"Señor, gracias por llevar mi dolor en la cruz, por sanarme de las heridas que produjo en mí el pecado. Quiero anunciar tu nombre para sanar corazones dolidos. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 12 de septiembre de 2019

JUNTOS. PARTE 2


JUNTOS. PARTE 2
“¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.”, Lucas 12:51-53
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis toda una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”, 1 Corintios 1:10
Este es un llamado a estar juntos, pero habrá una división global, entre aquellos que acepten a Cristo verdaderamente y aquellos que lo rechazan, especialmente con sus actos, porque dice la Palabra “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”, Precisamente los mandamientos de hombres y las doctrinas basadas en la tradición y no en la escritura causan división, los mismos apóstoles se vieron enfrentados a esto con el propio pueblo judío, específicamente con los sacerdotes, tuvieron que decidir y eligieron obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29), prefirieron ser rechazados por su pueblo y aceptados por Dios.
Porque entre más lejos estemos de lo que Dios dice, más divididos estaremos. Aquellos que estamos unidos a Cristo y su enseñanza estamos llamados a estar juntos, puesto que tenemos un mismo Espíritu y como parte del mismo cuerpo nos necesitamos unos a otros (1 Corintios 12:13). Esta es la clave para que nos levantemos y brillemos con La Luz que Cristo nos ilumina, juntos en armonía, llevando la semilla de la Palabra de Dios a un mundo lleno de división, hipocresía, dolor y vacío.
Jesús sabía que, al estar juntos, soportaremos la noche más oscura, las pruebas más duras y la persecución más intrigante, y que al resistir juntos el mundo verá que somos diferentes, porque al demostrar el amor como hermanos los demás verán que somos verdaderos discípulos de Cristo.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35). Y tu hermano, ¿Eres de los que divide, o de los que suma? Si eres de los que suma, llegó el momento de servir a Cristo en compañía con los demás creyentes, ya que su venida está cerca pues la escritura dice “Juntadme mis santos, Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio” (Salmos 50:5). Oración.
"Padre, que mi vida en comunidad, de perdón y de amor, sea testimonio para los que no creen, para que puedan evidenciar que habitas en mí y en todos aquellos que tienen a Cristo. Ayúdanos a brillar juntos, Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 11 de septiembre de 2019

JUNTOS. PARTE 1


JUNTOS. PARTE 1

Oración.
"Padre, en el nombre de Jesús, que tu Santo Espíritu guíe mi vida para vivir conforme a tus preceptos y enseñanzas, y que en armonía con mis hermanos pueda obedecerte y llevar el mensaje de amor al mundo entero. Amén."
 “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;” Hechos 17:26
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” Gálatas 3:28
Es un hecho que la humanidad está dividida, y es la estrategia del mal causar divisiones. Es lógico que tengamos diferentes formas de pensar o perspectivas distintas de la vida, pero cómo hacemos las cosas o alcanzamos nuestras metas y propósitos, no debería traer conflictos entre nosotros.
Sin embargo, vemos un mundo profundamente dividido, familias divididas, gobiernos con alta polarización, relaciones con conflictos y posiciones irreconciliables, y se seguirá profundizando la crisis porque cada uno va por su propio lado, trabajando y luchando de acuerdo a su conveniencia personal.
Pero necesitamos estar juntos, ayudarnos unos a otros, ponernos de acuerdo para sanar heridas, para reconciliarnos; y para esto vino Cristo al mundo, para sanar las heridas, para reconciliarnos con Dios, que es la esencia para curar nuestros conflicto internos y externos. Pero si no tenemos al Espíritu en nuestro corazón, somos arrastrados por nuestros sentidos superficiales, que siempre nos llevarán a dividir en vez de sumar (Judas 19-21).
No sólo por ir y sentarme en una congregación soy de Cristo, o soy parte de la verdadera iglesia, como muchos consideran o discuten, sino que soy de Cristo si obedezco a Dios. El resultado o fruto de mi fe es mi obediencia, no una obediencia fingida ni externa, no una obediencia por obligación, sino por amor.
En este punto se acaba la división, cuando permito que mi vida sea guiada por el Espíritu Santo, porque como dice la escritura “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 8:14). Por lo tanto, reflexionemos y recordemos cómo vivían los primeros que recibieron a Cristo en su corazón; vivían como una gran familia, compartían todo entre sí, oraban juntos, perseveraban en una misma doctrina, la que fue revelada a los apóstoles, compartían el pan, como símbolo de su unión y fe en Cristo, permanecieron juntos e impactaron al mundo entero. Por lo cual hermanos, estamos llamados a recuperar y seguir este mismo ejemplo. Oración.
"Padre, en el nombre de Jesús, que tu Santo Espíritu guíe mi vida para vivir conforme a tus preceptos y enseñanzas, y que en armonía con mis hermanos pueda obedecerte y llevar el mensaje de amor al mundo entero. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 10 de septiembre de 2019

EL SECRETO DE LA FELICIDAD


EL SECRETO DE LA FELICIDAD
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”, Juan 17:3
Es un hecho que todos buscamos la felicidad, de una manera u otra todos buscamos estar y sentirnos bien. Sin embargo, desde la perspectiva divina, la felicidad no consiste en las posesiones materiales, porque como dice la escritura “… ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).
El Señor Jesús enseña que la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee, y habla en parábola de un hombre que había producido mucha riqueza, y que se decía a sí mismo: ¡Relájate! ¡Come y bebe y diviértete! Pero era necio porque podría morir en cualquier momento, y ¿quién se quedaría con todo lo que había acumulado? (Lucas 12:15-21)
El maligno tentó a Jesús y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, pero Jesús sabía que era una gloria efímera, y que la verdadera gloria y riqueza era adorar sólo al Dios verdadero, por eso le dice “escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mateo 4:8-10). De seguro el mundo y el maligno nos siguen ofreciendo un placer efímero, un impostor de la felicidad a través del sexo, la riqueza o glorias temporales y nos enseña la mentira que obedecer a Dios es imposible, aburrido y trae tristeza.
Pero esto no es cierto, ya que el secreto de la felicidad se encuentra en la obediencia a Dios. Pero ¿cómo podemos ser felices si no somos obedientes? Y también esto nos lleva a reflexionar ¿cómo podemos ser obedientes si no sabemos qué obedecer?
La Biblia nos enseña que, al creer en Cristo, al recibirlo como nuestro Señor y Salvador, tendremos la fuerza y el entendimiento por su Espíritu de obedecer su Palabra, por tanto, seremos bendecidos en todos nuestros caminos. (Romanos 10:8-10, Deuteronomio 30:10-16)
Por esto, la felicidad no puede ser completamente descubierta mientras permanecemos ignorantes de la Palabra de Dios y rechacemos a Cristo, pues este es su mensaje fundamental: que conozcamos al Padre y a Él, para tener vida eterna.
Es momento de conocer su voluntad por medio de la escritura, de andar en sus caminos deleitándonos en su Palabra, para que todo lo que hagamos sea prosperado, porque toda obediencia trae recompensa. (Éxodo 19:5, Jeremías 7:23, Deuteronomio 28).  Oración.
"Padre, guíame a ser obediente, que aun en medio de las dificultades, mi felicidad sea conocerte, agradarte y hacer tu voluntad. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 9 de septiembre de 2019

LEVANTAR A LOS DÉBILES, AYUDAR AL CAÍDO


LEVANTAR A LOS DÉBILES, AYUDAR AL CAÍDO
“También os rogamos, hermanos, que amonesten a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.”, 1 Tesalonicenses 5:14-15
Esforzarnos por hacer el bien a los demás se trata de que a pesar de que no estemos de acuerdo con las actitudes de las personas les ayudemos.
Si hay alguien perezoso debemos corregirlo, no condenarlo; enseñarle y mostrarle las consecuencias de su comportamiento. Si hay alguien desanimado, estamos llamados a darle aliento y esperanza por medio de la Palabra de Cristo, no ha prometer cosas que no podemos cumplir, mejor es no prometer que prometer y no cumplir (Eclesiastés 5:5), pero sí podemos enseñarle las promesas de Dios para su situación específica ya que estas son ciertas y se cumplirán si confía en Dios.
Así mismo debemos ser pacientes con todos, pero precisamente los que van a probar nuestra paciencia son aquellos con los que tenemos mayores diferencias.
Estos principios que practicamos hacia otros van marcando diferencia con el mundo, donde la venganza guía las relaciones de una u otra forma, o donde a nadie le importa ayudar a otros en verdad. Pero para un hijo de Dios, pagar bien incluso a aquel que le ofendió o le pagó mal, es mostrar el amor de Cristo para ganar el alma de la persona y al final tener un hermano más.
Ayudemos a quien está débil, oremos por quien nos persigue o se opone, brindemos nuestra amistad, apoyo y colaboración a los que no tienen esperanza, estaremos impactando la vida de las personas de gran manera, con el tiempo vamos a recoger el fruto de personas que vieron en nosotros el mismo amor, la misma paciencia y la misma humildad de Cristo.
Estamos llamados a predicar la verdad con nuestras acciones de enseñar, amar y servir, animando a otros, levantando al caído, llenando de amor al que no tiene amor, así estamos pagando con la moneda de más alto valor, que Cristo nos dio en la cruz, la moneda del amor.  Oración.
"Señor, que en mi andar pueda sostener y apoyar a quien está desanimado, alentar al abatido, ser paciente con todos; con el amor que me diste al salvarme y perdonarme, así mismo ofrecerlo a los demás. Padre eterno quiero, ser guiado por tu Espíritu Santo que mora en mí te lo pido en el nombre de Jesucristo tu Hijo Amén
. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 8 de septiembre de 2019

¿DEPENDIENTES O INDEPENDIENTES?


¿DEPENDIENTES O INDEPENDIENTES?
“Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: ¿No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: ¿No entendió?”, Isaías 29:16
" Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.”, Jeremías 18:3-4
Hoy vemos el colmo de la necedad del hombre, negando a su diseñador y su hacedor. Este pasaje de un libro escrito hace 750 años aproximadamente, nos revela cómo en su rebeldía el hombre niega aun su propia naturaleza, negando a su creador, no reconoce lo limitado de su propio andar, ni mide sus días (Salmo 90).
Al negar a nuestro alfarero nos hacemos nuestros propios dioses y ¿qué consecuencia tiene rechazar a Dios y seguir de manera independiente? Para entenderlo, hay que reflexionar lo que la Biblia nos cuenta acerca de lo que ocurrió en el huerto del Edén: Dios en su amor, permitió que el hombre tuviera el árbol del conocimiento del bien y del mal, y el árbol de la vida, le colocó la decisión de vivir guiado por Él o que viviera independientemente de Él.
El hombre eligió vivir bajo su propio juicio, colocar sus propios límites de lo bueno y lo malo, y por esto recogió las consecuencias, ya que sólo Dios que lo formó es un Dios santo, que hace justicia, y por lo tanto sólo Él puede definir la ley moral.
Esta historia se repite día a día, siempre tenemos la opción de hacer las cosas de la mano de Dios, pero nuestra tendencia al pecado, a vivir independientemente, nos lleva al “yo puedo solo”, “no necesito de nadie”. Nos conduce a inventar nuestras propias leyes y en esa autosuficiencia, al final se recogen las consecuencias de dolor y pérdida.
Entonces nos damos cuenta que no somos nuestros propios creadores, ni producto de la casualidad, que necesitamos que Dios forme en nosotros, con su amor, el carácter de Cristo, para poder vivir y decir como Él: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (Juan 4:34).
Coloquémonos en las manos del Alfarero, por medio de la fe en su hijo Jesucristo, dejemos de actuar sin depender de Dios y a ser nuestros propios dioses, ¿se equivocará quien nos ama y nos hizo al guiar nuestra vida? Claro que no. Oración.
"Señor, quiero decidir mi vida a partir de tu Palabra y a tu guía; forma en mi corazón el carácter de Jesús, para poderte servir y hacer tu voluntad. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 7 de septiembre de 2019

HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 2


HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 2
"Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.", 2 Reyes 6:17
"Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró al SEÑOR [...] Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos.", 2 Reyes 4:32-33,35
En estas situaciones donde el profeta Eliseo, en secreto con Dios, cerró la puerta y oró, ocurrieron cosas sorprendentes.
El profeta estaba a punto de ser atacado por enemigos que buscaban matarle, el siervo que lo acompañaba se angustió pues no miraba claramente que alrededor del profeta estaba el Dios poderoso y eterno respaldándole. Elías oró para que el siervo viera con sus propios ojos que Dios estaba en control de la situación.
Nos ocurre con frecuencia, que no podemos ver, no sabemos qué hacer, las cosas no están bien y nos llenamos de temor, sólo vemos el problema acechando. Si vamos al secreto de Dios, allí en ese lugar donde cerramos nuestros ojos físicos, Dios nos mostrará y nos dará la visión necesaria para ver cómo nuestra vida está bajo su control y protección. Pero además de eso, al salir de ese lugar secreto, veremos con claridad nuestra vida, Él nos mostrará el camino que debemos seguir (Salmos 32:8).
¿Estas confundido, sin saber qué hacer, qué camino tomar frente a alguna decisión o algún problema? Entra y habla en secreto con el Padre, Él ve más allá que tú, por medio de la fe en Cristo te abrirá los ojos espirituales, te mostrará sus sendas. Cierra tus ojos y verdaderamente podrás ver.  Oración.
"Señor, abre mis ojos para que pueda ver tus maravillas y tu poder que actúa en mi vida por medio de Cristo, muéstrame el camino que debo seguir y guíame en las decisiones que debo tomar; sólo tú ves lo que conviene en mi vida. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 6 de septiembre de 2019

HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 1


HABLANDO EN SECRETO CON DIOS. PARTE 1
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”, Mateo 6:6
El Señor Jesús nos enseñó a buscar la presencia del Padre, a entrar en el secreto. Antes de reunirse con multitudes, de alimentarlas, de sanarlas y perdonar sus pecados, se preparaba para que el poder de Dios se manifestara poderosamente (Mateo 14:14-21). Antes de ir a la cruz, en Getsemaní, estaba grandemente angustiado, tanto que sudaba sangre, pero buscó la intimidad con su Padre, en oración, para soportar azotes, vituperios, rechazo y se fortaleció para ir a la cruz, para nuestra salvación. (Mateo 26:36-39).
Así como Cristo nos mostró, también nosotros necesitamos ir a hablar en secreto con Dios para hallar descanso, verdadero consuelo, para que se aclare nuestra visión y para prepararnos para hacer su voluntad.
El descanso y el consuelo lo necesitamos porque hay cosas que nos roban la paz, y sólo en su presencia hay plenitud de gozo; pese a las dificultades y angustias que podamos estar pasando, Él nos dice en medio de los problemas de la vida: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.” (Isaías 26:20-21). Hay cosas que nos angustian y en ese preciso instante necesitamos ir a depositar sobre Él nuestra ansiedad, en secreto, a solas con Él, para encontrar su paz.
Evidentemente por estas angustias y preocupaciones en la vida, el lugar donde debemos llevarlas no es al exterior, sino al lugar interior, donde cerramos la puerta, depositamos en Dios nuestras necesidades, agradeciéndole y como resultado experimentamos su paz que es sobrenatural. Es decir, a pesar de lo difícil que pueda estar sucediendo, su paz nos llenará de tranquilidad en medio de la adversidad. Esto es maravilloso, porque Él nos promete que nuestra mente y corazón estarán bajo su cuidado. (Filipenses 4:6-7). ¿Vas a hablar con Dios en secreto cuando estás angustiado? Si no lo haces, puedes hacerlo y experimentar su paz sobrenatural que está más allá de cualquier entendimiento.  Oración.
"Gracias Señor, porque en medio de las dificultades puedo hablar contigo y hallar paz y verdadero consuelo, solo tú secas mis lágrimas y puedo confiarte todo, a cambio tú me darás tu sobreabundante paz. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 5 de septiembre de 2019

METAS ESPIRITUALES

METAS ESPIRITUALES.
"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.", Filipenses 3:13-14
"Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire",
1 corintios 9:26
Muchos de nosotros nos quedamos anclados en el pasado, en lo que pudo ser y no fue, y vivimos nuestra vida sin un propósito claro. Las cosas que hemos pasado nos dan experiencia, pero día a día tenemos la oportunidad de definir nuestro futuro con Cristo y la forma en que queremos vivir el resto de nuestra vida. Una vida sin metas espirituales es una vida sin propósito, y luchar sin propósito sólo termina en cansancio. El Espíritu Santo por medio de la vida de Pablo, nos muestra esta manera de andar sin objetivos claros como “golpear el aire”, mejor es que nos extendamos hacia adelante, hacia la meta, para llevarnos el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.
Jesucristo es nuestra meta, su salvación ya fue dada a nosotros completamente gratis, gracias a la fe en su sacrificio, fue por lo que Él hizo que triunfamos, pero este llamamiento conlleva una responsabilidad, y esta responsabilidad requiere metas espirituales. No podemos quedarnos estancados pensando y actuando de la misma forma que lo hacíamos cuando no conocíamos a Jesús, Él tiene tareas específicas para cada creyente, y objetivos para cada uno de nosotros, porque fuimos creados para sus propósitos y para su gloria. Sus propósitos son mis propósitos, sus metas son mis metas.
 Hoy podemos reflexionar acerca de nuestro estado espiritual, del conocimiento que tenemos en Cristo, si estamos preparados para servirle y si hemos dejado las costumbres del viejo hombre lleno de vicios. ¿Qué nos falta? Si somos diferentes a lo que éramos hace unos meses u años, la respuesta a estos interrogantes, nos demandará la decisión de fijar metas espirituales y de la mano de su Espíritu en nosotros, iniciar a caminar con toda determinación hasta lograr cada una de las metas propuestas. Lo demás vendrá por añadidura.  Oración.
"Señor, no quiero ser igual al hombre que era antes, quiero avanzar, agradarte, servirte con toda santidad y con todo amor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.", Filipenses 3:13-14
"Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire",
1 corintios 9:26
Muchos de nosotros nos quedamos anclados en el pasado, en lo que pudo ser y no fue, y vivimos nuestra vida sin un propósito claro. Las cosas que hemos pasado nos dan experiencia, pero día a día tenemos la oportunidad de definir nuestro futuro con Cristo y la forma en que queremos vivir el resto de nuestra vida. Una vida sin metas espirituales es una vida sin propósito, y luchar sin propósito sólo termina en cansancio. El Espíritu Santo por medio de la vida de Pablo, nos muestra esta manera de andar sin objetivos claros como “golpear el aire”, mejor es que nos extendamos hacia adelante, hacia la meta, para llevarnos el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.
Jesucristo es nuestra meta, su salvación ya fue dada a nosotros completamente gratis, gracias a la fe en su sacrificio, fue por lo que Él hizo que triunfamos, pero este llamamiento conlleva una responsabilidad, y esta responsabilidad requiere metas espirituales. No podemos quedarnos estancados pensando y actuando de la misma forma que lo hacíamos cuando no conocíamos a Jesús, Él tiene tareas específicas para cada creyente, y objetivos para cada uno de nosotros, porque fuimos creados para sus propósitos y para su gloria. Sus propósitos son mis propósitos, sus metas son mis metas.
 Hoy podemos reflexionar acerca de nuestro estado espiritual, del conocimiento que tenemos en Cristo, si estamos preparados para servirle y si hemos dejado las costumbres del viejo hombre lleno de vicios. ¿Qué nos falta? Si somos diferentes a lo que éramos hace unos meses u años, la respuesta a estos interrogantes, nos demandará la decisión de fijar metas espirituales y de la mano de su Espíritu en nosotros, iniciar a caminar con toda determinación hasta lograr cada una de las metas propuestas. Lo demás vendrá por añadidura.  Oración.
"Señor, no quiero ser igual al hombre que era antes, quiero avanzar, agradarte, servirte con toda santidad y con todo amor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 3 de septiembre de 2019

NUESTRA NUEVA NATURALEZA


NUESTRA NUEVA NATURALEZA

"De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.", 2 Corintios 5:17
“y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,”, Colosenses 3:10
Nuestra nueva naturaleza implica una forma de vivir diferente, así como el pez no puede vivir fuera de su ambiente natural, como hijos de Dios y ciudadanos del cielo, no podemos vivir en plenitud si no vivimos en la dimensión de la fe, en la dimensión de la eternidad con base a su Palabra. Nuestra nueva naturaleza implica una nueva forma de vida, porque si pensamos y vivimos como el hombre sin Dios, seremos amargados y viviremos en confusión, estaremos cargando un peso que nos hará vivir en derrota y sin fruto, como dice el Salmo 73:15-16: “Si dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí, a la generación de tus hijos engañaría. Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí".
Por esto, nuestra forma de pensar debe cambiar radicalmente, porque si seguimos pensando cómo piensa el mundo, estamos en el lugar equivocado, si amamos más al mundo que a Dios, el amor de Cristo no permanecerá en nosotros, como dice 1 Juan 2:16: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.
Esta nueva dimensión implica aceptar nuestra nueva naturaleza en Cristo y vivir conforme a ella, además viviendo por fe y no por vista, “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18).
Hermano, como cristianos, herederos de tantas promesas y bendiciones, tenemos que vivir según lo que hemos recibido, persuadidos y atentos de cuál es la voluntad de Dios, aprovechando cada día, porque los tiempos en que vivimos ameritan que los hijos de Dios se manifiesten en amor y justicia; que su fe, compromiso y entrega a Jesús sea conocida en todas las naciones, iniciando por nuestra familia. Oración.
"Gracias Padre porque Cristo es mi Señor, y en Él tú me has dado vida en abundancia, para que sea manifiesto tu amor a través de mi vida, dame el entendimiento y la fortaleza para vivir por fe, guiado por tu Espíritu, en obediencia a tu Palabra. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 2 de septiembre de 2019

RENUNCIA.


RENUNCIA. "El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro
en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.", Mateo 19:20-22
“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.”, Apocalipsis 3:17-18
El "oro refinado en fuego" es nuestra fe probada (1 Pedro 1:7 ) y renovada en las circunstancias difíciles de la vida, como cuando debemos tomar la decisión radical de estar con Cristo o con el mundo (una sociedad actual sin valores y sin principios bíblicos).
Podemos vivir sintiéndonos cómodos con casa, carro, cosas, títulos y considerarnos “ricos” o que no nos falta nada, pero si no hemos renunciado al mundo, a nosotros mismos, si no estamos dispuestos a morir por causa de Cristo, somos pobres.
Necesitamos renunciar a nuestra vieja naturaleza, renunciar a que nuestros deseos y planes particulares estén por encima o fuera de la voluntad de Dios, y tener por lo tanto una perspectiva diferente de la vida, la que nos da la Palabra de Dios.
Esto no quiere decir que renunciemos a nuestro trabajo, o las cosas que Dios nos ha puesto en administración en su amor, sino que no las coloquemos por encima de la voluntad del Padre; que nuestro corazón no esté en las cosas, sino en el dador y proveedor de toda bendición (Santiago 1:17) y que las administremos de tal forma que sirvan a los propósitos de Dios y no a nuestros deseos egoístas. Nuestra relación con Dios debe estar en primer lugar y esta relación es diaria, mediante la Palabra de Dios, la oración y manifestada en el amor.
Escribamos por lo tanto una carta de renuncia espiritual al pecado, a nuestra pasada vana manera de vivir, a pensar como pensábamos antes, a vivir una vida por vista y no por fe; reflexionemos sobre las cosas de nuestro pasado que debemos renunciar, aquellas cosas que están causando pérdida de tiempo o vida y que no cumplen el propósito que Dios anhela que vivamos; reflexionemos en aquello en lo que fijamos nuestra atención, porque donde tengamos nuestros pensamientos, emociones y voluntad, allí estará y será nuestro tesoro (Mateo 6:21). Podemos escoger un tesoro momentáneo o un tesoro eterno. 
Oración.
"Señor, guíame a considerar mis días y todo lo que hago, las cosas que anhelo y las cosas que administro, el objetivo y las metas que persigue mi corazón, las cosas eternas o las cosas temporales; ayúdame a vivir para ti, para servirte, honrarte y para que sea evidente tu gracia en mí. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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