miércoles, 30 de septiembre de 2020

TOMAD LA CRUZ Y SEGUID A JESÚS

 

TOMAD LA CRUZ Y SEGUID A JESÚS


“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en por de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”, Mateo 16:25

En el primer siglo, la cruz significaba la muerte de la forma más tortuosa y humillante, pues llevar una cruz significaba llevar su propio mecanismo de ejecución mientras se enfrentaban al vituperio por el camino a la muerte.

Hoy muchos equivocadamente piensan que seguir a Jesús es encontrar una vida de confort, pero Él dijo, el que me sigue “niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. El evangelio es cruz, es renunciar a lo que tal vez es placentero para nosotros y de desagrado para Dios; Jesús no nos ofreció primeramente la realización de nuestros sueños, sino salvarnos del infierno, rescatarnos del reino de las tinieblas.

Cuando Jesús comenzó a enseñar que iba a morir a manos de los líderes judíos, su fama se vino abajo, pues muchos de los seguidores escandalizados lo rechazaron porque no fueron capaces de dar muerte a sus propias ideas, planes y deseos, para intercambiarlos por los de Jesús, pues no es grato anular nuestra propia naturaleza llena de prototipos que nos han llevado a una vida de placer y vanagloria.

Por lo tanto, "tome su cruz y sígame" significa estar dispuesto a morir con el fin de seguir a Jesús. Un grano que no cae y muere no da fruto. Esto es un llamado a la entrega absoluta que es la verdadera esencia de la vida cristiana. Morir a sí mismo es parte de lo que es nacer de nuevo; el viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos muere, y el nuevo, creado según Dios, viene a la vida. Tenemos que seguir muriendo a nosotros mismos para ir camino a la santidad.

Para nosotros la cruz es un símbolo valioso de perdón, gracia y amor, que exige abnegación. Jesús jamás ocultó ese costo, pero la recompensa es inigualable. La cruz es ganancia.         Oración.

"Amado Dios, al igual que Pablo te digo: “no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Quiero morir a mi vana manera de vivir, a mi egocentrismo y mi pecado, para vivir entregado a ti en santidad. Te amo Señor. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 29 de septiembre de 2020

Aguardar a Dios

 


Aguardar a Dios

“Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí espera a Jehová.” Salmos 27: 14

Cuando nosotros en oración pedimos algo a Dios debemos tener en cuenta que los tiempos de Dios no son nuestros tiempos, ni los pensamientos de Dios son nuestros pensamientos, pero también debemos estar seguros que los tiempos de Dios son perfectos, por ello entre el momento en que nosotros lo pedimos y el momento en que Dios lo otorga transcurrirá siempre un tiempo que solo Dios determina y, en ese tiempo de aguardar el obrar de Dios es donde el enemigo trata de robarnos la bendición sembrando la duda en nuestro corazón porque él sabe que mientras esperemos firmes en la fe lo que pedimos llegará pero si logra llevarnos a la duda nos robará la bendición porque claramente en la Palabra de Dios está establecido: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Santiago 1: 6-7)

Esfuérzate, y aliéntese tu corazón nos manda el Señor porque para aguardar con paciencia el obrar del Señor se necesita esfuerzo constante y largo aliento para resistir los ataques del enemigo y permanecer firmes e indeclinables en esa fe que la Palabra de Dios define claramente: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (hebreos 11:1)

El Señor nos anima a través de su palabra para aguardar a Jehová, diciéndonos: “Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia y abundante redención con él; y él redimirá a Israel de todos sus pecados.” (Salmos 130: 7-8) “Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.” (Salmos 25:3) “Espera en Jehová, y guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra; cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.” (Salmos 37:34) “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.” (Salmos 40:1) “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré” (Salmos 62: 5-6)   Oración.

«Padre Dios, Señor todopoderoso y eterno, gracias te damos en el nombre de Jesús porque, por tu palabra, nos has enseñado que la prueba de la fe produce paciencia y la paciencia es una virtud que crece y se fortalece a través del conocimiento, del entendimiento y del quehacer de tu palabra porque tus pensamientos no son nuestros pensamientos, ni tus caminos nuestros caminos y todo lo que nosotros pedimos tú nos lo das en tus tiempos y en tus propósitos, no en los nuestros, por ello necesitamos aguardar con paciencia el obrar tuyo, para nuestro bien. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 28 de septiembre de 2020

Reconocimiento de Dios en todos los tiempos

 


Reconocimiento de Dios en todos los tiempos

“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” Job 1:20-21

Job un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, había sido bendecido por Dios y era aquel hombre más grande que todos los orientales. Un hombre apreciado por Dios al punto que al hablarle de Él a satanás le dice: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8) Sin embargo a este varón perfecto Dios permitió que satanás le destruyera su familia y todas las riquezas que Dios le había dado. Ante una situación semejante cualquier hombre hubiera maldecido su suerte y hubiese renegado de Dios pero la actitud de Job es admirable porque su actitud fue de absoluta humildad y sometimiento a la voluntad de Dios: “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” (Job 1:20-21)

La actitud de Job es de reconocimiento a la soberanía de Dios sobre todas las cosas y la aceptación explícita de que en su soberanía Dios puede dar y Dios puede quitar, es reconocer y aceptar de corazón que “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.” (Salmo 24:1) Y “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:36)

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.” Y sobre todos y cada uno de estos tiempos Dios, nuestro Dios, ejerce su control soberano, de modo que cualquiera de estos tiempos que estemos viviendo vivámoslo en nuestra fe que es en Cristo Jesús, plenamente confiados en que “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” (Salmos 23:4) Amén.   Oración.

«Amado Dios, Padre santísimo, misericordioso y eterno; sabemos Señor por tu palabra revelada que todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora y, ese tiempo y esa hora, eres tú Señor el que los determina, por ello, Padre Dios, te alabamos, te bendecimos y reconocemos que tú eres el único Dios de todos los tiempos, momentos y circunstancias de nuestra vida y por tanto merecedor de toda gloria, honra, adoración y de toda alabanza. Amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 27 de septiembre de 2020

Pensamientos de Dios acerca de nosotros

 

Pensamientos de Dios acerca de nosotros


“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29: 11

¿Qué pensamientos podemos esperar de un Padre que nos ama con un amor que sobrepasa todo conocimiento? Al respecto Él mismo nos dice: “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11: 11-13).

Son tantas las manifestaciones de los pensamientos de Dios para bendición de nuestras vidas que podemos decir: “Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.” (Salmos 40: 5) “Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también para tu porvenir, dice, Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.” (Jeremías 31: 16-17)

Todos los creyentes esperamos un fin en Cristo Jesús y ese fin es estar presentes en el momento que escrito está en la palabra de Dios cuando dice: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” (Mateo 25: 34-36)   Oración.

«Padre Dios, amado y santo, en el nombre de Jesús, Cristo de Nazareth, te alabamos, te adoramos, te bendecimos y exaltamos tu Santo, Santo, Santo nombre porque por tu palabra, en la que creemos firmemente, sabemos que tú nos amas con amor eterno y que tus pensamientos son de paz, amor y misericordia para con nosotros y que por tu Santo Espíritu estarás con nosotros hasta el fin del mundo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 26 de septiembre de 2020

El Temor de Dios es el principio de la sabiduría

 


El Temor de Dios es el principio de la sabiduría

“Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos” Proverbios 8: 12

“El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, aborrezco.” Proverbios 8:13

Cuando oímos “El Temor de Dios es el principio de la sabiduría” tendemos a pensar que “El Temor de Dios es el comienzo de la sabiduría” pero la palabra “principio” en este contexto no se refiere a “comienzo” sino a “fundamento” es decir: “El Temor de Dios es el fundamento de la sabiduría.” Y el Temor de Dios, no es “miedo”, es un camino que, al entenderlo y recorrerlo, nos lleva a la sabiduría y, ese camino, está descrito paso a paso en las sagradas escrituras: “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” (Proverbios 2:1-5)

La sabiduría que proviene de Dios, que habita con la cordura y halla la ciencia de los consejos, nos dice: “Oh hombres, a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres. Entended, oh simples discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura. Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios.” (Proverbios 8: 4-7)

Dice la palabra de Dios que “El temor de Dios es aborrecer el mal”. Ese camino que debemos recorrer para entender el temor de Dios es un camino que, en la medida en que lo recorremos, nos aleja del mal por eso dice: “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.” (Proverbios 16:6) En su palabra Dios destaca la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa como los males del hombre que más aborrece Dios y contra ellos dice: “Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.” (Isaías 13:11)

Oigamos el consejo que el Señor, como Padre que nos ama con amor eterno, nos da en este día: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.” (Proverbios 4:7-8) Oración.

«Padre nuestro que estás en los cielos, tú eres la fuente de la verdadera sabiduría y con ella creaste todo lo que existe y en ella se sustenta; y tu palabra que, por tu amor y misericordia, nos trajiste a través de Jesucristo, tu Hijo amado, y nos dejaste como testamento para herencia y que ahora es nuestra posesión porque ya el testador murió en la cruz del calvario; ella es la fuente de la sabiduría que necesitamos para vivir en obediencia a ti y poder alcanzar ese preciado galardón de la vida eterna. Padre amado, por sobre todas las cosas, danos sabiduría, para vivir en obediencia a ti y con el temor de Dios en nuestro corazón. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 25 de septiembre de 2020

En quién pones tu confianza

 

En quién pones tu confianza

“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón qu


e confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová” Jeremías 17: 5

“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.” Jeremías 17:7

El Señor hoy requiere de nosotros que hagamos un examen profundo y sincero, que nos lleve a determinar en dónde y, sobre todo, en quién tenemos puesta nuestra confianza, y qué importante hacerlo porque el resultado nos llevará a determinar dónde está puesto nuestro corazón y de seguro explicará la razón de nuestro éxito o fracaso en lo que sea que estamos haciendo o en lo que emprendamos. Porque una cosa es confiar en nuestras propias fuerzas o en las fuerzas de quienes nos apoyan y otra, muy diferente, tener puesta nuestra confianza en Dios y esto, a su vez, determina los resultados que podemos esperar.

El consejo sabio y prudente de Dios para evitar la maldición de confiar en el hombre y poner carne por nuestro brazo, nos dice: “No confíes en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmos 146:3-4) “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, ¡añadiendo pecado a pecado!” (Isaías 30:1) “¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ¡ni buscan a Jehová!” (Isaías 31:1) “Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.” (Isaías 31:3)

Asimismo, nos aconseja para que recibamos la bendición de confiar en Dios y de hacer de Él nuestra confianza: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te poyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6) “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” (Isaías 41:13) “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.” (Salmos 127:1)

Querido hermano en Cristo Jesús: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.” (Salmos 37:5)    Oración.

«Amado Padre, Señor y Dios nuestro, gracias te damos en el nombre de Jesús porque en tu amor y misericordia nos tienes y nos sustentas en tus caminos y, nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra confianza está anclada en ti porque, por tu palabra, hemos entendido que alejados de ti nada somos y nada podemos pero que si tú estás en nosotros, con nosotros, por nosotros y sobre nosotros, todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 24 de septiembre de 2020

Señor: Examíname, pruébame y guíame

 


Señor: Examíname, pruébame y guíame

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” Salmos 139: 23-24

En el proceso de transformación de nuestras vidas que el Señor hace a través de su Santo Espíritu, a partir del momento en que recibimos a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador personal, debemos estar dispuestos, libre y voluntariamente a ser examinados, probados y guiados por el Señor porque este proceso es el produce en nosotros el crecimiento espiritual y esa disposición se fortalece en la medida de nuestra fe por el conocimiento y entendimiento de la palabra de Dios.

Debemos disponernos para que Dios nos examine y conozca nuestro corazón “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (San Mateo 15:19) y porque “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9) y porque “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” (San Mateo 5:8)

Debemos disponernos para ser probados por Dios para que conozca nuestros pensamientos y vea si hay en nosotros camino de perversidad. “Porque el Dios Justo prueba la mente y el corazón.” (Salmos 7:9 b) “El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero Jehová prueba los corazones.” (Proverbios 17:3) “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.” (Gálatas 6:4)

Debemos disponernos para ser guiados por Dios en el camino eterno: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Salmos 143:10) “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.” (Salmos 16:11)

Conociendo y entendiendo el propósito de este proceso en nuestras vidas, ¡Oh! Señor, dispuestos estamos en espíritu y en verdad a que nos examines, nos pruebes y nos guíes a todo lo largo de esta vida, y que en tu amor y misericordia nos permitas vivir.  Oración.

«Padre Santo, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, sabemos por tu palabra en la que hemos creído que tú eres Señor de Señores y como tal respetas el libre albedrío que nos diste y por ello pones delante de nosotros camino de vida y camino de muerte, por tu misericordia hemos escogido el camino de vida del cual Jesucristo es el Señor y queremos allegarnos más y más a ti para que tú te allegues a nosotros y para ello te pedimos Señor que nos examines, nos pruebes y nos guíes para corregir todo aquello de nosotros que no sea agradable a ti, todo aquello que sea obstáculo para nuestra comunión contigo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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