domingo, 25 de octubre de 2020

La seguridad en el Señor, alienta el corazón

 

La seguridad en el Señor, alienta el corazón


“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”. Salmos 27:13-14

Cuentan que uno de los grandes líderes de la Reforma escocesa, Roberto Bruce, fue perseguido por causa de su fe en Jesús, y un día cuando estaba huyendo de sus enemigos y parecía que iba a ser atrapado, se refugió en una cueva, allí oró al Señor pidiendo su protección. Desde la oscuridad pudo observar una gran araña que tejía su tela en la misma entrada de la cueva. Cuando llegaron sus perseguidores y vieron la tela de araña intacta, intuyeron que nadie había entrado a ese lugar y así se preservó la vida del servidor de Dios. Roberto dando testimonio decía: “Con Dios, una tela de araña es como un muro; pero sin Dios, un muro es como una tela de araña.”

La esperanza de nosotros como cristianos frente al temor, es Dios. Debemos estar seguros de que Él actuará en esta vida; por eso David cuando estuvo en peligro de muerte exclamó: “veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”. La vida con Dios no se trata solamente de una huida futura al cielo, sino que su bondad se manifestará en nuestra vida presente. El Señor en su Palabra nos dice en Nahúm 1:7 “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían”.

Merece entonces la pena esperar en Dios, porque Él cumplirá todas sus promesas y esto tiene que ver con ser pacientes hasta que haya dado la solución a nuestros problemas. Pero también significa que debemos tener esperanza porque Él hará lo que es mejor para nosotros. En el caso de David, le tocó vivir una etapa en soledad y temor; mientras tanto Dios forjaba su carácter para que fuera el futuro rey de Israel. Necesitó ser probado pero igualmente experimentó el cuidado de Dios, su protección y sustento en los momentos más difíciles. Dios siempre le dio evidencia de su presencia en su vida. Recordemos entonces que el mejor refugio es a los pies del Señor. Oración.

«Amado Dios, en medio de las dificultades de la vida, no me dejes perder de vista tu bondad. Haz realidad esta Palabra en mí: “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”. La seguridad que tú me das anime mi corazón siempre. Gracias por ser mi fuerza y mi fuente de amor para continuar. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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