miércoles, 17 de junio de 2015

Romanos.5.v5-10

Romanos.5.v5-10 Los tres miembros de la Trinidad participan en la salvación. El Padre nos amó de tal manera que envió a su Hijo para que se convirtiera en puente (Joh_3:16). El Padre y el Hijo enviaron al Espíritu Santo para llenar nuestras vidas con amor y permitir que vivamos por su poder (Act_1:8). Con todo este cuidado amoroso, ¡cómo podemos hacer menos que servirle completamente!

5.6 Eramos débiles e incapaces de salvarnos. Alguien tuvo que venir a rescatarnos. Cristo no solo vino en un buen momento de la historia, sino a su debido tiempo, de acuerdo al plan del Padre. Dios controla la historia, y controló la ocasión, los métodos y los resultados de la muerte de Jesús.

5.8 Siendo aún pecadores son palabras maravillosas. Dios envió a Jesucristo para que muriera por nosotros, no porque seamos buenos, sino porque nos ama. Cuando no se sienta seguro del amor de Dios, recuerde: si El lo amó cuando usted aún era rebelde, puede sin duda fortalecerlo ahora que le corresponde.

5.9, 10 El amor que motivó a Cristo a morir es el mismo que envió al Espíritu Santo a vivir en nosotros y a guiarnos cada día. El poder que levantó a Cristo de la muerte es el mismo que nos salva y está a nuestro alcance en la vida diaria. Asegúrese de que, habiendo empezado una vida con Cristo, tiene una reserva de poder y amor que puede usar todos los días al enfrentar cada desafío o problema. Puede orar pidiendo el poder de Dios y su amor cada vez que lo necesite.