sábado, 16 de diciembre de 2023

La esperanza que trae la promesa


 

La esperanza que trae la promesa


“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11

Mientras escribo los devocionales puedo entender más claramente que la fe verdadera me acerca a Jesús, y esta fe crece por la Palabra de Dios, es decir por Él mismo, pues Cristo es la palabra encarnada, el verbo de Dios hecho carne. Y cuando en mi relación personal con Él por medio del Espíritu Santo escucho su voz y lo que me dice, entonces esta palabra genera seguridad en mí, una certeza y una convicción por el solo hecho de ser declarada por Dios.

Ahora bien, esta confianza y seguridad en lo que me dice su Palabra genera también en mí una expectativa, es decir una esperanza, que me permite enfrentar mi diario vivir de manera optimista y trae a mi vida gozo, paz y seguridad respecto al futuro, pues sé que sus promesas son verdaderas y solo debo esperar el tiempo en el que Él me las concederá.

Al meditar sobre la esperanza que como creyentes debemos tener en las promesas de Dios, recordaba cómo mis padres se esmeraban para que en navidad, mis hermanos y yo, pudiéramos disfrutar de regalos que como niños les pedíamos, o cómo mi tía trataba de darle también a mi prima lo que ella anhelaba; ahora mi prima es mamá y hace lo mismo con su niño, y todo esto me llevaba a recordar lo que dice Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.

Por lo tanto, después de reflexionar pude concluir que como creyentes al depositar nuestra fe en Jesús podemos alegrarnos con cada promesa que Él en su Palabra nos haya dicho, nos esté diciendo o nos llegue a decir, pues él nos ama con un amor eterno y tiene buenos planes para nosotros. (Jeremías 31:3, 29:11)   Oración.

«Señor Jesús gracias por tu gran amor, gracias porque cada día me recuerdas cuanto me ama el Padre, y me ayudas a vivir con esa esperanza fiel que viene de creer lo que tú me has dicho, gracias por tus promesas que traen a mi vida esa seguridad y me permiten obrar con amor, alegría y tranquilidad. Que tu Santo Espíritu me ayude a compartir en esta navidad la esperanza que ahora tengo en Cristo Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.