sábado, 8 de junio de 2019

EL PADRE QUE NECESITO


EL PADRE QUE NECESITO
“También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente”, Lucas 15:12-13
Jesús habló siempre en alegorías, aquí el padre de los dos hijos es Dios y nos muestra su rol de Padre amoroso, paciente y misericordioso que establece normas de vida para sus hijos. El hijo más joven por su actitud, no está dispuesto a vivir de acuerdo con las reglas que su padre ha establecido y pide su herencia para irse a vivir lo más lejos posible, dándole rienda suelta a sus deseos lujuriosos y vida desordenada. Pero la vida le dió un gran giro, cuando el dinero se acabó y vino una gran hambre sobre aquella tierra, tuvo que ir a cuidar cerdos, un animal inmundo para los judíos. El joven tenía tanta hambre que estuvo dispuesto a comer del alimento que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Vemos al hijo de un hacendado, habituado a la riqueza, ahora sin dinero, hambriento, solo y humillado. Qué amargo resultado se obtiene de las malas decisiones. La Biblia dice “Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti” (Lucas 15:17-18)
Hoy muchos caminan por la vida como el hijo pródigo, derrochando lo mucho o poco que ganan, llevan una vida de placeres insaciables, dando tropezón tras tropezón, sin rumbo, ni destino, pero, así como este hijo, hay que levantarse y acudir al dueño de la vida, aquel que nos dijo “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Vuelve a Dios, a su presencia, reconócelo en todos tus caminos, que como el más dulce de los Padres está esperando tu regreso, Él quitará tus harapos y te vestirá de vestidos reales, saciará tu hambre y allí encontrarás su bendición.  Oración.
"Amado Dios, por mucho tiempo viví perdido, sin rumbo y hundido en el lodo cenagoso, pero he vuelto a ti oh Padre, a quien tanto me ama, a quien me toma en sus brazos, me pone nuevos ropajes y sacia el ansia de mi alma. Hoy me rindo a tus pies como verdadero hijo, te amo Padre. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de montañas con nieve hd