miércoles, 16 de octubre de 2019

LA PRESENCIA PERSONAL E ININTERRUMPIDA DEL ESPÍRITU


LA PRESENCIA PERSONAL E ININTERRUMPIDA DEL ESPÍRITU
"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho", Juan 14: 21-26
Si realmente existe un amor sincero de parte de nosotros hacia Jesús, la manifestación natural debería ser la obediencia a sus mandatos, sería la respuesta de un corazón agradecido con Él por tanta bondad. Es fácil decir “te amo”, pero esto no es suficiente ante las exigencias del Señor que nos pide guardar su Palabra viviendo conforme a ella. Jesús anuncia tres bendiciones para el que expresa su amor en obediencia: tendrá la seguridad del amor del Padre, el amor del Hijo, y la manifestación personal de Jesús en su vida, a través de su Espíritu.
El amor de Jesús es tan inmenso que sabiendo que dejaría este mundo, no quería abandonarnos a nuestra suerte, sino que por medio del Espíritu Santo vendría a suplir su ausencia, morando dentro de nosotros. Estuvo con sus discípulos por un tiempo limitado, pero por medio del Consolador estaría con nosotros para siempre.
La Palabra Consolador viene del griego paracleto y significa literalmente “uno llamado al lado de otro para ayudar. Qué gran bendición tener esa inigualable compañía del Espíritu en nosotros, cuya función es la de llenarnos con su poder y formar el carácter de Cristo en nosotros para que afrontemos la vida. Es el Espíritu de verdad, que da testimonio de Cristo, ayudando, iluminando, fortaleciendo, y exhortando a los creyentes. Sin su dirección sería imposible cumplir la misión que Jesús nos dejó.
Los que rechazan al Señor Jesucristo no pueden recibir su Espíritu, porque para ellos la única realidad es la que pueden ver y tocar, no tienen la capacidad de percibir la presencia maravillosa del Espíritu, ese conocimiento sólo se puede discernir espiritualmente.
Jesús ofrece dos razones por las cuales sus discípulos pueden tener un conocimiento íntimo y personal del Espíritu Santo: “porque permanece con vosotros y estará en vosotros” Juan 14:17, aquí se enfatiza la presencia personal e ininterrumpida del Espíritu. Demos gracias a Jesús por tan inmerecido regalo. Oración.
"Gracias Jesús, por tu amor incondicional, por escoger mi vida para morar en ella con la dulce presencia de tu Espíritu, esto me da la certeza de que nunca me dejaras solo, sino que permanecerás siempre a mi lado, ayúdame a caminar a tu lado fortaleciéndome con tu amor y tu poder. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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