miércoles, 26 de agosto de 2015

Salmos.22.v31

Salmos.22.v31 Si queremos que nuestros hijos sirvan a Dios, deben escucharnos hablar de El. No basta que la iglesia o los que tienen más conocimiento les impartan educación cristiana. Las lecciones de las Escrituras deben ser. Salmos. 23:v1-6
23.1 Al describir a Dios como pastor, David escribía acerca de su propia experiencia, ya que pasó sus primeros años cuidando ovejas (1Sa_16:10-11). Las ovejas dependen completamente de su pastor en cuanto a alimentación, guía y protección. El Nuevo Testamento llama a Jesús el buen pastor (Juan_10:11), el gran pastor (Heb_13:20) y el Príncipe de los pastores (1Pe_5:4). De la misma manera que el Señor es el buen pastor, nosotros somos sus ovejas. No somos animales atemorizados y pasivos, sino seguidores obedientes y sabios que siguen al Unico que puede guiarnos a los mejores lugares y por caminos seguros. Este salmo no pone énfasis en las cualidades de las ovejas como animales, sino en las cualidades como discípulos de los que siguen a un líder. Cuando usted reconozca al buen pastor, ¡sígalo!