sábado, 30 de abril de 2022

Mi gozo está en Dios

 

Mi gozo está en Dios


“Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya fruto, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.” Habacuc 3:17-19

En la vida, por propósito y bondad de Dios, pasamos por diversas situaciones y circunstancias; y evidentemente una de las cuales más nos afecta o en parte nos descontrola, es cuando tenemos escasez; escasez económica, de respuestas, de compañía y en general escasez emocional y hasta espiritual, pues como la palabra lo dice nos está haciendo falta algo, algo que indudablemente necesitamos y anhelamos.

Pero lo cierto de todo esto, por difícil y doloroso que sea, es que es completamente necesario en nuestra vida y es a través de lo cual el Señor nos quiere edificar. Por eso, Él a través de su palabra, nos enseña que por mucho que veamos escasez o falta de fruto en una o muchas áreas de nuestra vida, nuestro gozo nunca debe faltar; puesto que, nuestra alegría y plenitud no deben depender de los resultados o las circunstancias, sino que siempre deben estar puestas en Dios.

El gozo de nuestra vida está en conocer a Dios, en tenerlo a Él en nuestro corazón y en saber que nos ama y que cada mañana su misericordia es renovada. Eso es lo que a nosotros nos debe llenar el corazón de alegría y gozo, pues todo lo demás son añadiduras, de las cuales Dios se encargará de suplir en su tiempo y conforme al plan y propósito en el cual quiere que andemos.

Recordemos además este mandato básico y claro, dice Dios en 1 Tesalonicenses 5:16, 18 “Estad siempre gozosos.” “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Así que, el llamado es para que en todo tiempo vivamos en el gozo de Dios y agradecidos por su gran amor.   Oración.

«Padre Celestial, te confieso que en estos momentos de escasez siento desfallecer, pues no veo el fruto que anhelo y espero; pero he visto que aun en ellos me estás bendiciendo, pues me formas y fortaleces para los planes y propósitos que me tienes. Así que, como me has enseñado, mi deseo es que a pesar de que esté pasando por esos momentos, mi alegría y mi gozo sean manifiestos, pues tengo conmigo al Dios de mi salvación. En el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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