Instrumentos de Amor
«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para
ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, tuvo hambre.” Mateo 4:1-2
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y
he aquí vinieron ángeles y le servían.» Mateo 4:10-11
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Mateo 4:17
Mateo inspirado por el Espíritu Santo, nos muestra claramente
que Jesús venció toda tentación, y nos deja ver que la Palabra de Dios fue
fundamental para resistir y combatir los ataques del maligno, (Mateo 4:
4,7,10), pero también nos deja ver la importancia que tiene la comunión con
Dios, pues Mateo 4:2 hace énfasis que antes de empezar la tentación, Jesús se
encontraba en ayuno. Por eso para nosotros los creyentes es maravilloso saber
que hoy podemos contar con la Palabra de Dios como arma para combatir la
tentación y que gracias a Cristo podemos tener comunión con el Espíritu Santo,
quien nos capacita para usar adecuadamente la Palabra de verdad y así resistir
al maligno.
Saber que nuestro Señor salió victorioso de esa prueba en el
desierto, y que los mismos ángeles de Dios bajaron del cielo a servirle como
dice Mateo 4:11b, debe llevarnos a una comprensión más profunda de aquel a
quien servimos, pues Él es Santo, Santo, Santo y así como aquellos ángeles le
sirvieron, nosotros los creyentes debemos hacer lo mismo, servirle y seguir
proclamando como lo hizo Jesús: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se
ha acercado” Mateo 4:17.
Mateo al mostrarnos las primeras palabras con las que Jesús
inicia su ministerio utiliza la palabra griega metanoéo al referirse a lo que
se traduce como arrepentimiento, y que significa un cambio de pensamiento,
indicándonos la importancia de renovar nuestra manera de pensar para poder ver
las cosas a la manera de Dios y no a la nuestra, y poder comprobar la buena
voluntad de Dios que es agradable y perfecta (Romanos 12:2). Hermanos que
nuestra manera de pensar sea renovada, y al arrepentirnos podamos ver, al igual
que Mateo, esos milagros, señales y prodigios que Cristo sigue haciendo por
medio de todo aquel que rinde su vida a Él en servicio y amor. Oración.
«Espíritu Santo, llévame a tener un cambio de pensamiento,
lléname de tu Palabra y permíteme ser un instrumento de tu amor, sirviéndote a
ti y a los demás en amor. Amén.