domingo, 19 de enero de 2020

¿En momentos de crisis en quién confías?


¿En momentos de crisis en quién confías?

“¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, ¡añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto”, Isaías 30:1-2
 “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová! Esta es una queja de Dios donde manifiesta una profunda tristeza por sus hijos que se han alejado de Él y han entrado en rebeldía al no tomar en cuenta su consejo en los momentos de crisis.
“Cobijarse con cubierta” implica buscar la solución por nuestra cuenta, hacer planes bajo nuestros criterios y no consultar lo que Dios dice en su Palabra al respecto. Cambiamos nuestra confianza en Él para apoyarnos en otras personas y cosas, dejando de recibir su dirección. En otras palabras, descansamos en el brazo de carne y no en el brazo fuerte de Dios; esto trae como consecuencia más pecado a nuestra vida. Recordemos lo que dice Jeremías 17:5 “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová”.
Pensamos que rebeldes sólo son aquellos que no conocen a Dios ni a su Palabra y viven a su manera, pero la realidad es que cuando no obedecemos a Dios siendo sus hijos y actuamos por nuestra propia cuenta estamos en rebeldía y esto le causa mucho dolor en su corazón.
Debemos confiar en Dios en cualquier situación por insignificante que sea y su Palabra nos invita a eso: “Porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé.» Salmo 57:1. Dios actúa de maneras que van más allá de las nuestras y aunque no las entendemos Él obra sobrenaturalmente a través de nuestra obediencia a su Palabra, por fe, aunque las circunstancias sean difíciles.
El Señor es muy claro cuando nos advierte que confiar en otros dioses o en otras personas nos llevará al sufrimiento y la confusión, como a su pueblo Israel que quiso esconderse bajo la sombra de Egipto cuando estaba amenazado por Asiria y esto trajo graves consecuencias a la nación.
¿En los momentos de dificultad bajo quien nos cobijamos? ¿Escucharemos hoy un ¡Ay! de nuestro Padre? ¿Nos resistimos a su dominio y total autoridad en nuestras vidas o decidimos refugiarnos bajo la cubierta de su Espíritu, confiar en su fidelidad y dejar que Él nos ayude?  Oración.
Amado Dios, hoy quiero pedirte perdón por no confiar completamente en ti, por dejar de mirarte y colocar mis ojos en otras personas o cosas, tratando de resolver mis problemas. Quiero llevar delante de ti todas mis situaciones grandes y pequeñas para entender que siempre estás dispuesto a ayudarme, necesito tu dirección y tu consejo en cada área de mi vida, depender de ti y descansar en tu fidelidad. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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