martes, 4 de junio de 2024

El año agradable del Señor

 El año agradable del Señor


“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; 19 a predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19.
En el antiguo testamento vemos que en el pueblo de Israel eran ungidos los reyes, sacerdotes y profetas con aceite, como señal externa de que Dios los había elegido y apartado para un propósito santo específico; sin embargo en el evangelio de Lucas el mismo Hijo de Dios se revela como aquel que había sido escogido por Dios, y por lo tanto había sido ungido por el Espíritu Santo para llevar a cabo los planes de su Padre Celestial, que iban más allá de sanar física y emocionalmente a las personas de su época que estaban enfermas o atormentadas.
En realidad la misión primordial del Mesías prometido, Jesucristo, era y es la de salvar a una humanidad cautiva y ciega por las mentiras del mundo y de satanás, liberando a todo hombre, que deposite su fe en Él, de las garras del pecado y de la muerte, dándoles perdón de pecados, salvación y vida eterna.
Por medio de Moisés, Dios le había dado a conocer al pueblo de Israel que cada 50 años debían celebrar el año del jubileo, ese año, debería ser de fiesta y restitución, pues se perdonarían las deudas y las heredades regresarían a su dueño original; cuando Jesús en la sinagoga de Nazaret dice que ha venido a dar buenas nuevas a los pobres y predicar el año agradable del Señor, les estaba diciendo a los presentes y revelando a toda la humanidad el periodo de gracia que les era otorgado al creer en Él, donde toda nuestra deuda por el pecado sería perdonada y así podríamos tener lugar en el hogar celestial junto al Padre.
Hoy, gracias a la obra de Cristo en la cruz, la humanidad sigue gozando de ese año agradable del Señor, por eso es tan necesario que sigamos proclamando las buenas nuevas de salvación hasta la segunda venida de nuestro Señor. Oración.
«Padre amado gracias te doy por tu Hijo Jesús, quien vino a dar inicio al año agradable del Señor para toda la humanidad, y por quien hoy puedo disfrutar de esa libertad que ha traído esa verdad a mi vida. Te pido para que con la ayuda y poder del Espíritu Santo pueda proclamar efectivamente las buenas noticias del evangelio, para que muchos puedan también entrar y disfrutar de ese año agradable en Cristo Jesús. Amen.