martes, 26 de octubre de 2021

Yugo fácil y carga ligera

 

Yugo fácil y carga ligera


“porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:30

Estar unidos al Señor es lo más fácil que nos corresponde hacer y trabajar para Él es la carga más ligera que podemos tener. Pero ¿Por qué a veces estamos tan frustrados y estresados con este yugo y con esta carga? Básicamente por dos principales razones; la primera, porque queremos ser independientes para elegir el camino, y la segunda, porque insistimos en cargar individualmente con los trabajos. Pero lo correcto es que, si estamos unidos al Señor, debemos seguir el camino que Él nos indique y, si estamos trabajando en su obra, tenemos que aceptar la ayuda del Espíritu Santo.

Su Palabra dice en Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Debemos reconocer nuestra dependencia del Señor para todo lo que realicemos, entender que nuestro yugo es con Él, porque si intentamos separarnos y tomar caminos diferentes nada podremos hacer. Como dice Filipenses 4:13, todo lo podemos, pero en Cristo que nos fortalece.

Los Apóstoles ningún trabajo realizaron hasta que no vino sobre ellos el Espíritu Santo, fue la orden del Señor, Él les dijo en Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” Lo mismo sucede con nosotros, es imposible obrar en nuestras fuerzas porque es Dios, por medio de su Espíritu, quien nos da el poder, la dirección, sabiduría, gozo y ánimo para ser sus testigos hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8).

Entonces, es verdaderamente importante que nos tomemos un momento para reconsiderar si verdaderamente estamos llevando el yugo y la carga del Señor de la manera correcta, es decir, con su dirección y en su poder.   Oración.

«Padre, me has hecho uno con Cristo, me has dado tu Espíritu y me has concedido dones y talentos, es decir, que tengo todo para llevar mucho fruto y vivir en completo gozo y agradecimiento; así que, te alabo por este privilegio y te pido que cada día me permitas vivir más por tu gracia y en el poder de tu Espíritu, en Cristo Jesús, Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.