lunes, 14 de marzo de 2022

YO SOY

 


YO SOY

“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” Éxodo 3:14

“Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.” Juan 18:5-6

Cuando Dios se revela a Moisés para enviarlo a su pueblo, se revela como “YO SOY EL QUE SOY”, es decir, el Dios eterno, el que siempre ha existido y existirá, el que fue, es y será.

Cuando los soldados van a buscarlo acompañados de Judas, Jesús se les revela como el mismo Dios del antiguo testamento que se presentó a Moisés, por eso cuando dice “Yo soy” ellos retroceden y caen a tierra ante el poder del Dios todopoderoso; por esto declaró Jesús “Yo y el Padre uno somos” y demuestra con esto que nadie le quita la vida, sino que Él la ofreció por nosotros, “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:30, Juan 10:18).

Y ahora, a todos los que creemos en su nombre, Jesús se revela, se manifiesta en nosotros por el Espíritu Santo morando en cada corazón, ¡Qué grande es nuestro Dios y qué revelación tan inmensa, inimaginable pero tan real! que el mismo Dios todopoderoso, el Dios todo suficiente, ahora habite en nosotros, ¡qué inmensidad de su gracia!

Sin embargo, muchos rechazan esta revelación y persiguen a Cristo, solo lo ven como un profeta o un hombre bueno y Él lo dijo de manera radical “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12:30).

¿Eres de los que iría con los soldados y caería en tierra, pero no aceptaría al Dios que se hizo hombre? o ¿eres el que lo niega y lo entrega? o eres el que cae de rodillas y reconoce a Jesús como Dios, como tu Señor y como tu Salvador. Si te rindes a Jesús, entonces Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo habitarán dentro de ti.  Oración.

«¡Quién como tú oh Dios! mi Salvador Jesucristo; hoy te reconozco, me arrepiento de mis pecados y te entrego mi vida, coloca tu Espíritu en mí y llévame al Padre, quiero vivir en comunión y en plenitud de gozo, gracias por tu perdón, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.