martes, 2 de julio de 2024

Compartir el amor de Cristo por medio del servicio

 

Compartir el amor de Cristo por medio del servicio


“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” Juan 15:12-14

“como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:28

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” Juan 13:14-15

La vida de Jesús es maravillosa, pues lo que decía y enseñaba era lo que hacía y practicaba; cuando Jesús les pide a sus discípulos, y ahora a nosotros los creyentes, que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado, pues no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, nos está pidiendo lo que Él mismo vivía, pues su vida era un continuo servicio en amor a los demás, un amor que lo llevó a la cruz, donde literalmente puso su vida, no solo por sus amigos sino también por sus enemigos. (Juan 15:12-13, Mateo 20:28)

El mandamiento de Juan 15:12 es conocido como el nuevo mandamiento, porque la forma de amar al prójimo ya no es como a nosotros mismos, sino como Cristo ama, y este amor es un amor más excelente, pues es el amor de Dios, el cual ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, y es con este amor, que ahora podemos amar como Jesús, tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos. (Lucas 6:27-36)

Jesús nos enseña la forma de cumplir este mandamiento en Juan 15:14, pues si queremos amar a otros como Cristo nos ha amado, poniendo nuestra vida al servicio de ellos, primero debemos dar nuestra vida, pero en rendición a Jesús, es por eso que nos pide obedecer, pues así correspondemos a su amor, poniendo nuestra vida a su servicio, para luego compartir de su amor poniendo nuestra vida al servicio del prójimo.

Hermanos, ejemplo tenemos del Señor, pues si Él ha lavado los pies de sus discípulos, nosotros debemos hacer lo mismo (Juan 13:14-15), así que despojémonos del orgullo, y en humildad, sirvamos a otros en amor, aun en las pequeñas tareas diarias que podamos tener en nuestros hogares, en la iglesia, en el trabajo, en el colegio o en la calle.   Oración.

«Señor Jesús, ayúdame a compartir tu amor sirviendo a otros con mis tareas diarias, en las labores del hogar, en las responsabilidades del trabajo o en el descanso con amigos. Amén.