El amor de
Dios Espíritu Santo
“y la
esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” Romanos 5:5
“Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan
14:26
“pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra.” Hechos 1:8
El amor de
Dios ha sido derramado en el corazón de cada creyente por el Espíritu Santo y
precisamente el Espíritu de Dios, que ahora habita en nosotros, es quien nos
enseña por su revelación la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de
ese amor. Conocer este amor nos permitirá ser llenos de toda la plenitud de
Dios, en otras palabras, podremos experimentar la llenura del Espíritu Santo y
así, al estar llenos de Él, seremos transformados de gloria en gloria en la
misma imagen de Cristo (2 Corintios 3:18).
El amor del
Santo Espíritu de Dios siempre nos estará guiando a Jesús, nos llevará a
conocerlo, como dice Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien
el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho.” y como lo complementa Juan 15:26 “Pero cuando
venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”; esta revelación de
Jesús, por el testimonio del Espíritu Santo, nos ayuda a crecer espiritualmente
para ser transformados a la imagen de Cristo.
El Espíritu
Santo nos ama, este maravilloso amor debe motivarnos a cultivar una relación
con Él: si queremos conocer más del amor de Jesús y del amor eterno de Dios,
debemos saber que la ayuda del Espíritu Santo es imprescindible. Si nos
comprometemos a buscar su ayuda diariamente, Él nos llevará a conocer el amor
de Dios y a ser testigos poderosos de este amor, cumpliendo lo que dice Hechos
1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra.” Ser testigos de Cristo es ser testigos de su gran amor. Oración.
«Espíritu de
Dios, toma tu lugar en mi interior y haz a Jesucristo mi pasión; anhelo que tu
amor, que ha sido derramado en mi corazón, me lleve a conocer íntimamente a
Jesús y al Padre. Revélame la profundidad de tu amor. En el nombre de Jesús,
amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.