lunes, 7 de septiembre de 2015

Salmos. 29.v1-11

Salmos. 29.v1-11
29.5, 6 Los cedros del Líbano eran árboles gigantescos. Podían llegar a alcanzar hasta 34 m de altura y 9 m de circunferencia. Una voz que pudiera derribar los cedros del Líbano tenía que ser una voz verdaderamente poderosa: la voz de Dios. Sirión es el monte Hermón. Todo aquello que impresionaba a la gente estaba bajo el completo control de Dios.

29.10, 11 A lo largo de la historia, Dios ha revelado su poder por medio de milagros majestuosos sobre la naturaleza, tales como el gran diluvio (Génesis 6-9). Dios promete continuar revelando su poder. Pablo nos exhorta a que comprendamos cuán grande es el poder de Dios (Eph_1:18-23). El mismo poder que levantó a Cristo de los muertos está disponible para ayudarnos en nuestros problemas diarios. Cuando se sienta débil y limitado, no se desespere. Recuerde que Dios puede darle fuerza. El poder que controla la creación y que levanta a los muertos está a su disposición.