martes, 8 de septiembre de 2015

Salmos. 30.v1-7

Salmos. 30.v1-7
30.1ss David pudo haber escrito este salmo cuando dedicó la era de Arauna (que llegó a ser el terreno del templo) y después de que Dios detuvo la gran plaga que había utilizado para disciplinarlo (1 Crónicas 21.1-22.6). La enfermedad grave mencionada en 30.2, 3 pude referirse a una enfermedad que tuvo David o a la plaga misma.

30.5 Como una inyección aplicada por un doctor, la incomodidad de la ira de Dios es momentánea, pero los efectos buenos duran un tiempo. Permita que la ira de Dios sea una incomodidad breve que lo advierta y lo ayude a volverse del pecado.

30.6, 7 La prosperidad había hecho que David se sintiera invencible. A pesar de que sabía que sus riquezas y su poder provenían de Dios, se le habían subido a la cabeza, haciéndolo soberbio. La riqueza, el poder y la fama tienen un efecto tóxico sobre la gente, la hace sentir muy confiada en sí misma, muy segura de sí misma e independiente de Dios. Pero esta es una seguridad falsa que se hace añicos fácilmente. No se deje atrapar por la seguridad falsa de la prosperidad. Dependa de Dios para su seguridad y no será estremecido cuando las posesiones terrenales desaparezcan.