domingo, 25 de septiembre de 2022

El misterio de la vida

 


El misterio de la vida

“y no queréis venir a mí para que tengáis vida”. Juan 5:40

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” Juan 1:4

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” Romanos 6:23

El misterio de la vida es algo que desconcierta a científicos e investigadores, ¿de dónde surge la vida? ¿Quién la sostiene? ¿Cómo surgió la vida?, estas y muchas preguntas relacionadas encuentran respuesta en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios.

Todo fue creado por medio de Él y para Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Colosenses 1:16, Juan 1:3).

Jesús dijo de sí mismo: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6); el único camino que, por la verdad de su palabra conduce a la vida eterna, es Cristo.

Lo contrario a la vida es la muerte y esta surge como consecuencia del pecado; Santiago lo explica inspirado por el Espíritu de vida: “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1:15).

El pecado nos separa de la fuente de vida, tal como nos enseña la palabra de Dios: “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” (Isaías 59:2); porque Dios es un Dios santo y el único camino a la reconciliación definitiva con el Padre es el Hijo, el cual no hizo pecado ni se halló engaño en su boca y murió por los pecadores en sustitución (1 Pedro 2:22, 1 Pedro 3:18).

La paga del pecado es la muerte, pero si Cristo habita en nosotros, por medio de la fe, hemos recibido el regalo inmerecido de la vida eterna. ¿Por qué por medio de la fe?, porque Dios, por medio de su palabra, que es espíritu y es vida lo dice; y si creemos en su palabra podemos estar seguros que tenemos esta vida, pero no se trata de una vida temporal y física, sino de una vida eterna en el gozo y la presencia de nuestro Padre. (1 Juan 1:1-4)   Oración.

«Padre, me has dado vida verdadera, vida eterna por medio de la fe en Jesucristo, he sido renacido por tu palabra creadora, que ha formado en mí un nuevo ser para ahora agradarte y darte gloria a través de mi vida en servicio y alabanza. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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