jueves, 23 de enero de 2020

¿Cómo recibo la enseñanza espiritual?


¿Cómo recibo la enseñanza espiritual?
“¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados?, ¿a los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos”, Isaías 28:9-13
Dios nos quiere instruir con su Palabra, porque es para todos, el problema es cuando no queremos recibir la enseñanza. Esto le pasó al pueblo de Israel, no quisieron oír la voz del profeta Isaías que les trasmitía las instrucciones de Dios y llegó a profetizarles que los asirios les enseñarían de una manera que no les gustaría. Las consecuencias de su desobediencia a Dios traería perdición a su pueblo.
Cada vez es más difícil compartir las verdades espirituales, la mayoría de las personas, incluyendo a algunos creyentes, ignoran la Palabra de Dios que nos fue dada como una lámpara que ilumina el camino y como una lumbrera que alumbra nuestro caminar, como dice el Salmo 119:105. Es el manual de instrucciones dado por Dios para que seamos felices y crezcamos espiritualmente. La enseñanza es una obra lenta, paciente y continua que cuando se toma en serio transforma la mente humana y le permite cambiar su manera de vivir.
Isaías, le habla al pueblo como a niños recién destetados que necesitan ser instruidos lentamente en todo. Dice Isaías 28:13 “La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos”. Dada de una manera tan minuciosa hasta que traiga a su pueblo al quebrantamiento, al arrepentimiento, y sean enlazados y presos en sus palabras.
La Biblia hay que tomarla en serio y no hay atajos para crecer espiritualmente, demanda estudio, perseverancia y paciencia para escudriñarla poco a poco. Nos exige un esfuerzo diario pero es la única forma de conocer a Dios y su plan divino para nosotros.
Cuando no perseveramos en el conocimiento de la Palabra, caemos fácilmente en apostasía, negamos nuestra fe, nos alejamos paulatinamente de la presencia de Dios, perdemos nuestra adoración y toda comunión. Hemos olvidado que el Espíritu Santo es nuestro “Ayudador” y nos fue dado para enseñarnos las Escrituras, iluminando nuestras mentes a las revelaciones escritas de Dios.
Recordemos que: “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” 2Timoteo 3:16. Se hace entonces necesario que se nos repita a menudo para poder entenderla mejor y para vivir en íntima comunión con Dios.    Oración.
Señor Jesucristo, gracias por tu Palabra, que me ha limpiado y ha renovado mi mente, anhelo seguir estudiando cada día, por favor Señor dame la perseverancia para que en este nuevo año pueda leerla totalmente. Llévame de tu mano Espiritu
Santo, se mi guía y mi maestro. Quiero crecer espiritualmente, conocer más de Dios y ser un instrumento para enseñar y edificar también a otros. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.