sábado, 15 de febrero de 2025

Daniel testigo del Amor

 


Daniel testigo del Amor

“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido” Daniel 10:12

Daniel dejó registrado en su libro un encuentro que tuvieron sus amigos Sadrac, Mesac y Abed-nego con Cristo Pre-encarnado, un encuentro tal, que impactó hasta la vida del rey del imperio de ese tiempo, Nabucodonosor, al punto de llegar a bendecir al Dios de estos jóvenes; en este relato vemos la pre-existencia de Cristo, pero no era necesario que Cristo se presentase así para creer en Él, Daniel creía en Dios y por eso le oraba constantemente, y sus oraciones eran respondidas, por eso vemos cómo en visión pudo tener una revelación del Mesías, el Santo de los santos (Daniel 9:24-26) convirtiéndose también en testigo de su amor. (Daniel 10:11)

Daniel, quien conoció a Cristo por medio de la oración, profetizó de Él, y en su libro quedaron registrados desde los grandes imperios que se levantarían en el pasado, como el de babilonia, el medo-persa, el griego y el romano, hasta lo que pasará en el futuro con la gran tribulación, indicando también los tiempos en que llegaría el Mesías, mostrando así la fiabilidad histórica de la Biblia; pero sobretodo la inspiración divina que tiene la misma. (Daniel 2:25-45; 9:25)

Es sorprendente saber que en las Escrituras encontramos profecías dadas en el Antiguo Testamento que se han cumplido como se anunciaron. Esto debe llevarnos a creer en Cristo, pues como sabemos por la Palabra de Dios, Él maneja los hilos de la historia y pone y quita reyes. (Daniel 2:21)

Como hijos amados de Dios, gracias a Cristo, podemos tener una revelación de las escrituras, para entender lo que fue escrito en el pasado, que impacta nuestro presente y que nos da claridad del futuro. Hermanos, que como Daniel podamos disponernos a entender y humillarnos en la presencia de Dios, siendo testigos de su amor, para comprender nuestro pasado, tener propósito en nuestro presente y alcanzar esperanza para nuestro futuro.   Oración.

«Señor Jesús, hoy dispongo mi corazón para humillarme en tu presencia y entender el gran amor que has tenido conmigo, reconociendo que en cada prueba y dificultad me has acompañado, gracias porque sé que tú seguirás a mi lado como lo has hecho siempre. Amén.