miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Cómo deberíamos demostrar nuestro amor a Dios?
1. Deberíamos estar agradecidos por quién es Dios. Dios el Padre es un Dios de amor, perdón, misericordia, fidelidad y justicia, etcétera.
2. Podemos dar gracias y gozarnos por todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Ha hecho grandes cosas por nosotros que no necesitaba hacer, en
especial al mandar a su Hijo Jesús y revelarse a nosotros. Ha hecho una manera para que nosotros viniéramos a ser parte de su Reino y de convertirnos de
hecho en sus hijos (1 Juan 3:1).
3. Deberíamos desear conocer a Dios mejor, en especial mientras leemos y meditamos su Palabra y tenemos comunión con El en oración.
4. Podemos vivir una vida que agrade a Dios. Esta se muestra realmente cuando:
- Hacemos importante para nosotros lo que es importante para El (por ejemplo, crecer espiritualmente p ser como Jesús, demostrar amor el uno
al otro y ayudar a llevar a cabo la comisión de Jesús, de hacer discípulos para El, de todas las naciones).
-Vivimos un estilo de vida que agrade a Dios antes que a nosotros o al mundo (1 Juan 2:15-17).
-Voluntariamente tomamos las cargas de Dios por el mundo, en especial en oración (Mateo 6:9-10).
-Voluntariamente hacemos sacrificios por Dios e incluso estamos dispuestos a entregarlo todo si nos pide (Marcos 12:41-44).
5. Deberíamos ser obedientes a la Palabra de Dios y sus mandamientos (Juan 14:15; Mateo 7:21-23; 1 Juan 5:2-3).
6. Podemos decirle a Dios que le amamos cuando oramos, hablamos, alabamos y cantamos.
7. Pode8. Deberíamos amara nuestros hermanos e incluso a nuestros enemigos. El amor ágape está resuelto a buscar lo mejor de los demás.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
(1 Juan 3:14)
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón.
¿ Cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en
verdad.
(1 Juan 3:17-18)
Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.
(Mateo 5:44)
(Véase también Juan 13:34-35; Romanos 12:9-10; Gálatas 5:14; 1 Pedro 4:8)