miércoles, 6 de marzo de 2024

Bendecido y prosperado

 


Bendecido y prosperado

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Salmos 1:1-3

La Palabra de Dios (la Biblia) es el libro que Dios milagrosa y extraordinariamente ha escrito y preservado a lo largo de miles de años; y esto debe llamar nuestra atención, porque ¿qué habrá ahí tan importante para ser causa de semejante prodigio?

Pues bien, a grandes rasgos podemos decir que este libro es, el medio que Dios eligió para exponer su esencia y su voluntad, dando así a toda persona la oportunidad de tener el conocimiento necesario y suficiente para vivir una vida próspera y bendecida, puesto que dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8.

Sin embargo, es necesario entender que, a partir del momento en que se empezó a escribir y hasta que se terminó, fue por inspiración del Espíritu Santo en cada persona que Dios usó (2 Timoteo 3:16), y desde luego para su comprensión, interpretación y aplicación es indispensable la revelación y obra del Espíritu de Dios (1 Corintios 2:14, Romanos 8:8-9). Hecho que solo es posible cuando creemos en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, y por medio de Él nos acercamos a Dios, pues es solo gracias a Jesús que dio su vida para nuestra salvación, que podemos ser hechos hijos de Dios y herederos de toda bendición (Juan 1:12, Romanos 8:17).

Y entonces, teniendo nuestra nueva identidad como hijos de Dios, es cuestión de que escuchemos la voz del Padre y seamos obedientes a su Palabra, pues su promesa es que todo aquel que se deleita y medita en su ley cada día, será bendecido, prosperado, sostenido y afirmado.   Oración.

«Bendito Dios, gracias por el amor que puedo conocer cuando te busco a través de tu Palabra, gracias por tu esencia ahí declarada y porque por tu Espíritu y gracia, me permites comprenderla y experimentarla en mi vida. Toda la gloria y honra para ti en Cristo Jesús, amén.