sábado, 1 de junio de 2024

Algunas cosas no son como parecen

 


Algunas cosas no son como parecen

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” 1 Pedro 5:8

Un día estuve escuchando una predicación en la cual traían a colación una historia mítica muy conocida del caballo de Troya, y este ejemplo llamó tanto mi atención que de ahí surgió este tema de que algunas cosas no son lo que parecen, pues esta simple historia nos revela que lo que ante nuestros ojos puede parecer “inofensivo y de buenas intenciones” en el fondo no lo es, pues cuántos de nosotros conocemos que este caballo escondía dentro a un grupo de soldados, quienes una vez estuvieron dentro de aquella ciudad, aprovecharon para salir de su escondite y terminar ganando una batalla que antes no habían podido culminar. Por otro lado, la biblia nos revela un hecho de la vida real, a Eva teniendo una conversación con una serpiente, al parecer para ella no era algo extraño, pero aquella conversación que se veía tan natural, tan solo escondía una gran mentira, a Satanás, quien disfrazado de aquel animal aprovecha la ocasión para en dicha conversación poner en duda el carácter veraz de Dios (Génesis 3:1b) y de paso incitando a Eva a que tomara una decisión contraria a lo que Dios le había mandado (Génesis 2:16-17).

¿Por qué quise traer esto a colación? porque toda mentira que el enemigo nos presenta luce de esta manera «inofensiva, casual», pero una vez la dejamos ingresar en nuestra mente y la creemos como si fueran verdades, solo producen 3 cosas en nosotros: Nos roba, nos mata y nos destruye (Juan 10:10a) y ¿qué es lo que nos roba, mata y destruye? Nuestra identidad, valor y propósito, pues el objetivo del enemigo es que una vez permitamos que se siembre una mentira en nuestra mente, ésta crezca y dé un fruto semejante, y al tener ese fruto de mentira en nuestras vidas claramente aprenderemos a vivir conforme a ello y de eso mismo brindaremos a los demás (Lucas 6:45).

Hermanos, Jesús no nos oculta las intenciones del enemigo, antes nos advierte para que estemos alertas y no caigamos en las artimañas de Satanás, pero ¿cómo hacer esto? Espera el próximo devocional.   Oración.

«Padre, gracias por revelarme tu verdad pues gracias a ella puedo entender que la directriz que tú das me conduce a caminos rectos y justos que serán de bendición y provecho no solo para mi vida, sino también para todos los que me rodean, amén.