sábado, 27 de febrero de 2021

Creados para la gloria de Dios

 

Creados para la gloria de Dios


todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” Isaías 43:7

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” Romanos 8:18

Todos los llamados en mi nombre, se refiere la escritura de hoy, a los que hemos creído en Cristo, pues por fe, hemos sido creados de nuevo (Juan 1:12-13), creados para su gloria, como nos enseña Efesios 2:10: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Es decir, en lo que somos y en lo que hacemos manifestamos la gloria de Dios.

Y no solo esto, sino que el Señor nos sigue formando en nuestro carácter, para llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” (Efesios 4:13) y como consecuencia, para llevar mucho fruto, para que el Padre sea glorificado (Juan 15:8).

Nos ha creado y nos sigue formando para que crezcamos en el conocimiento de Cristo, y por si fuera poco, nos ha hecho una promesa de gloria futura, que ha de manifestarse en nosotros, cuando nos encontremos con Cristo: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” (1 Juan 3:2).

Nueva creación, formación y crecimiento, pues el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6b); y además, una esperanza de gloria futura que Dios hará con nosotros: “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” (Filipenses 3:21).

Entonces, si estamos pasando por un momento de dificultad, o estamos afligidos, seamos reconfortados sabiendo que nada de lo que estamos pasando se compara con todo el amor, el propósito, la gran obra que hace Dios en nosotros por medio de la fe en Cristo y la gran esperanza futura que nos ha prometido; y que incluso esta aflicción presente actúa para la gloria de Dios.  Oración.

«Padre, en el nombre de Jesús, entro a tu presencia con un corazón agradecido, pues aún en medio de la dificultad, todo actúa para mi bien y para que se cumpla tu propósito en mí y para darte toda la gloria a ti; te pido que cada día crezca en mí tu gracia, tu verdad, tu amor y toda la plenitud de Cristo. En el nombre de tu Hijo amado Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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