domingo, 31 de diciembre de 2023

El Amor hecho Carne

 


El Amor hecho Carne

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” 1 Juan 4:7-9

Si pensamos en la navidad, reflexionando en lo que pasó aquella noche especial y única que inspira esta época del año, la noche en la que el Hijo de Dios, el Amor mismo se hizo carne, nos sorprenderemos en gran manera, pues ese pensamiento nos dejará admirados, ya que pensar que El único Dios verdadero, quisiera hacerse hombre, viniendo a este mundo en el cuerpo de un frágil bebe, es extraordinario.

Y ver que el propósito por el cual el Hijo de Dios, Jesucristo, vino al mundo, es más sorprendente, pues saber que Dios quisiera nacer en un humilde pesebre conociendo que su propósito era vivir para enseñarnos un camino más excelente: el camino del amor; para terminar en una cruz, precisamente como sacrificio de amor por una humanidad perdida por causa del pecado, es conmovedor y estremecedor.

1 Corintios 13:4-7 dice que “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”, y este es el amor con el cual Dios nos pide amar. Gloria a Dios por Jesucristo, pues gracias a Él ya podemos amar de esta manera.

Así como el Amor mismo se hizo carne, mostrando su gloria, lleno de gracia y de verdad, cada creyente por la fe depositada en Jesús, puede experimentar también la personificación del amor en su vida, pues ese regalo de amor que se dio a la humanidad envuelto en pañales, se le da al creyente por el Espíritu Santo quien derrama el amor de Dios en su corazón, para así poder amar a Dios y amarnos unos a otros como Él nos ha amado.   Oración.

«Espíritu Santo, gracias porque tú me ayudas a cumplir lo que mi Salvador Jesús me ha pedido, primero Amar a Dios sobre todas las cosas, con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas y al prójimo como Él me ha amado, gracias porque para lograrlo has derramado tu amor en mi corazón. Amén.