martes, 29 de septiembre de 2015

Salmos. 42.1-6

Salmos. 42.1-6
42.1. Los hijos de Coré escribieron los Salmos 42 al 49. Coré fue un levita que encabezó una rebelión en contra de Moisés (Num_16:1-35). Coré perdió su vida, pero sus descendientes permanecieron fieles a Dios y continuaron sirviéndolo en el templo. David designó hombres de la familia de Coré para que sirvieran como directores del coro (1Cro_6:31-38) y continuaron siendo los músicos del templo por cientos de años (2Cro_20:18-19).

42.1, 2 Así como la vida de un ciervo depende del agua, nuestras vidas dependen de Dios. Los que lo buscan y desean comprenderlo encontrarán una vida que no tiene final. Al sentirse separado de Dios, este salmista no descansaría hasta que su relación con El se restaurara porque sabía que su vida dependía de ello.

42.4, 5 El escritor de este salmo estaba desalentado porque estaba exiliado en un lugar distante de Jerusalén y no podía ir a adorar al templo. Durante las fiestas establecidas por Dios, la nación tenía que recordar todo lo que El había hecho por ella. Muchas de estas fiestas se explican en el cuadro de Levítico 23.

42.5, 6 La depresión es una de las enfermedades emocionales más comunes. Un antídoto para la depresión es meditar en la bondad de Dios para con su pueblo. Esto apartará su mente de la situación presente y le dará esperanza de que todo mejorará. Centre sus pensamientos en la capacidad de Dios para ayudarlo y no en la incapacidad de usted para ayudarse a sí mismo. Cuando se sienta deprimido, aproveche este salmo antidepresivo. Lea lo que la Biblia nos narra acerca de la bondad de Dios y medite en ello.