sábado, 7 de noviembre de 2015

Filipenses. 4.v3-6

Filipenses.  4.v3-6 Aquellos "cuyos nombres están en el libro de la vida", son todos los que han sido sellados para salvación por medio de su fe en Cristo (véanse también Luk_10:17-20; Rev_20:11-15).

4.4, 5 El gozo supremo viene cuando Cristo habita en nosotros. Cristo está cerca y en su Segunda Venida lo disfrutaremos en toda su plenitud. El que habita en nosotros cumplirá su máximo propósito.

4.4 Parece extraño que un hombre preso pudiera decir a una iglesia que se regocije. Pero la actitud de Pablo nos enseña una lección importante: la actitud interior no necesita reflejar nuestras circunstancias externas. Pablo estaba lleno de gozo porque sabía que pese a lo que le sucediera, Cristo estaba con él. Pablo insta a los filipenses a regocijarse varias veces en esta carta, probablemente porque necesitaban oírlo. Es muy fácil desalentarse frente a circunstancias que no son placenteras o tomar hechos sin importancia como si lo fueran. Si usted no ha disfrutado el gozo últimamente, quizá sea porque no está mirando la vida desde la perspectiva correcta.

4.5 Tenemos que ser amables (razonables, amplios y caritativos) con los que no pertenecen a la iglesia y no solo con los creyentes. Esto significa que no buscamos revancha contra aquellos que nos tratan injustamente, tampoco debemos expresar demasiado nuestros derechos personales.

4.6, 7 ¡Imagínese no tener que estar "afanoso" jamás por nada! Esto parece imposible, todos tenemos preocupaciones en nuestro trabajo, en nuestros hogares, en el colegio. Pero Pablo nos aconseja cambiar nuestras preocupaciones en oraciones. ¿Quiere usted preocuparse menos? ¡Entonces ore más! En el momento en que empiece a preocuparse, deténgase y ore.