lunes, 18 de junio de 2012

genesis.c.1 6-8. EL DIA SEGUNDO.


genesis.c.1        6-8. EL DIA SEGUNDO.
6. expansión—firmamento—cosa extendida a fuerza de golpear, como un plato de metal; nombre dado a la atmósfera por su apariencia al observador de ser una bóveda de cielo, que sostenía el peso de las nubes acuosas. Por la creación de una atmósfera, las partes más livianas de las aguas que cubrían la superficie de la tierra, fueron absorbidas para arriba y suspendidas en los cielos visibles, mientras la masa grande y más pesada quedaba abajo. El aire entonces estaba “en medio de las aguas”, es decir, las separaba; y como éste era el uso aparente del aire, es el único mencionado, aunque la atmósfera sirve para otros usos, como medio de vida y luz.


9-13. EL TERCER DIA.
9. Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar—El mundo había de ser una esfera terráquea, y esto se efectuó por una convulsión volcánica en su superficie, solevantando algunas partes, y hundiendo otras, y la formación de grandes huecos en los cuales las aguas se lanzaron impetuosamente, como se describe tan gráficamente. (Psa 104:6-9). (Hitchcock.) Así una buena parte de la tierra quedó como “la seca”, y así también fueron formados los océanos, mares, lagos y ríos que, teniendo todos sus propios lechos o canales, están unidos con el mar (Job 38:10; Ecclesiastés 1:7).
11. Produzca la tierra—El suelo desnudo se cubrió de vegetación, y es de notarse que los árboles, las plantas y las hierbas—tres divisiones del reino vegetal, aquí mencionadas—no fueron llamados a la existencia de la misma manera que la luz y el aire; se les hizo crecer, y crecieron, así como todavía crecen de entre la tierra—pero no por el lento proceso de la vegetación, sino por poder divino, sin lluvia, ni rocío ni proceso alguno de trabajo—brotando y floreciendo en un solo día.


14-19. EL CUARTO DIA.
14. Sean lumbreras en la expansión—Estando completamente purificada la atmósfera, por primera vez el sol, la luna y las estrellas fueron revelados en toda su gloria en el cielo límpido; se les describe como “en la expansión”, o firmamento, como aparecen a nuestros ojos, aunque sabemos que están a una distancia enorme de la tierra.
16. las dos grandes lumbreras—Como el día se calculaba empezando a la puesta del sol, la luna sería vista primero en el horizonte, parecería “una grande lumbrera”, comparada con las pequeñas estrellas centellantes; aunque el pálido resplandor de ella sería eclipsado por la deslumbrante brillantez del sol. Cuando su brillante orbe se levantara en la mañana y gradualmente llegara a su gloria meridiana, aparecería “la grande lumbrera” que iba a señorear en el día. Estas dos lumbreras, se dice fueron “hechas” en el cuarto día—no creadas, pues aquí se usa una palabra diferente, sino constituídas, destinadas al importante y necesario oficio de servir como lumbreras al mundo, y de regular por sus movimientos y su influencia el progreso y las divisiones del tiempo.