lunes, 18 de mayo de 2020

Busquemos primeramente


Busquemos primeramente el rei
no de Dios y su justicia
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” San Mateo 6:33
“Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna” San Lucas 18:29-30
Buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, es la prioridad que Dios establece para la vida de aquel que se considere un verdadero cristiano, un verdadero hijo de Dios. Pero en la realidad de la vida humana y más en un mundo como el hoy dominado por el consumismo ¿cuántas cosas buscamos conforme a nuestros deseos?, ¿cuántas de ellas primeramente que el reino de Dios y su justicia?, ¿cuántas de ellas sin siquiera tenerle en cuenta?… Muchas… ¿Verdad?… como el dinero, el trabajo, la casa, el carro, el lujo, las redes sociales, la diversión, etc.
El Señor, que en su omnisciencia nos conoce a nosotros más de lo que nos conocemos nosotros a nosotros mismos y que con su Palabra discierne los pensamientos y las intenciones de nuestro corazón, sabe exactamente lo que en realidad buscamos: “Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? Dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” (Hageo 1:9)
Lo que nosotros buscamos en nuestros pensamientos y deseos, lo hacemos en la carne y por ello nos aleja de la prioridad que Dios ha establecido que es “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia”, que es espiritual, y así lo establece claramente al decirnos: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17)
Nosotros buscando los deseos de la carne y Dios esperando que vivamos en el Espíritu. ¿Cuál es nuestra identidad? ¿Somos de la carne? o ¿Somos del Espíritu? Muy fácil de definir: “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.” (Romanos 8:5)
¿Cómo te identificas?   Oración.
«Amado Padre Celestial, tú conoces mi corazón y mi vida y conoces bien mis prioridades y sabes bien lo que me falta y lo que me sobra para una perfecta comunión contigo y, solo tú Señor, por tu Santo Espíritu que mora en mí puedes desarraigar de mí todo aquello que me sobra y poner aquello que me falta; solo tú Señor puedes enderezar mis caminos y mis sendas y enfocarme a tus prioridades y no a las mías, para que en mí se cumpla tu santo propósito. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.