sábado, 16 de octubre de 2021

Resistiendo al maligno

 

Resistiendo al maligno


“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Santiago 4:7

Todos los días estamos expuestos a tentaciones que, con sus mentiras, nos pone el maligno; mentiras que escuchamos y vemos a través del mundo que no conoce ni obedece a Dios, pero es nuestra decisión dejarnos seducir al creer en cosas que van en contra de la voluntad de Dios.

Vemos en la Biblia cómo nuestro Señor Jesús fue tentado por satanás en el desierto, y algo de lo que nos podemos dar cuenta es la manera y la persistencia con la que Él lo enfrentó, porque no fueron una, ni dos, sino tres veces las que el diablo insistió para hacer pecar a Jesús, pero nuestro Señor resistió y lo contrarrestó con la Palabra de Dios, por lo que al tentador no le quedó otra opción sino salir, huir de Él (Mateo 4:1-11). Y es precisamente en lo que el Señor nos quiere insistir hoy, que aprendamos que, ante la tentación, debemos someternos a Dios, resistir al enemigo y veremos como él huirá de nosotros.

Someterse a Dios es poner por encima de mis pensamientos, emociones y sentimientos la verdad de Dios, llevar todo aquello que he visto y escuchado en la sociedad, a confrontarlo con la Palabra de Dios; someterse a Dios es aceptar su voluntad tal y como es, no poner excusas, no sacar fuera de contexto sus mandamientos y no darles menos importancia a algunos versículos; es decir, como dijo nuestro Maestro: Padre, que no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lucas 22:42).

Entonces, cuando nos sometemos a Dios estamos resistiendo al enemigo y cuando este vea que estamos firmes e inamovibles en lo que Dios dice, no tendrá más camino que irse.   Oración.

«Padre Dios, me amas tanto que enviaste a tu Hijo para liberarme de la esclavitud del maligno y del pecado, y enviaste al Espíritu Santo para que me ayude y me guie a toda verdad; te pido que cada día me permitas fortalecer mi comunión contigo a través de Él, para estar en tu voluntad y no dejar que el enemigo me engañe con sus mentiras que me destruyen, me llevan a desobedecerte y a contristar a tu Espíritu, por la gracia de tu Hijo Jesús, Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.