El propósito de nuestro diario caminar
“Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este
pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú
dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis
ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres
ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que
esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré
descanso.” Éxodo 33:12-14
Hay un deseo bien particular e importante que Dios tiene para
con nosotros y es, que le conozcamos; es este un deseo tan profundo y una
intención tan grande que el Señor con cada eventualidad de nuestra vida lo que
busca es que le conozcamos, adicional que encontremos esa gracia en sus ojos
para con nosotros y que veamos su gloria.
El Espíritu Santo a través del apóstol Pablo en Efesios
1:16-17 deja esto plasmado de la siguiente manera: “no ceso de dar gracias por
vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él,”
Entonces, cada vez que en nuestra vida no veamos el camino,
no encontremos dirección o simplemente haya inseguridad en nuestro corazón de
modo que no nos atrevemos a dar el paso, es precisamente la oportunidad que
Dios está forjando para que al igual que Moisés le supliquemos en oración y con
un corazón dispuesto y humilde que por favor nos muestre cuál es su camino con
el fin de poderle conocer.
Hermanos, hay una gracia que por Jesucristo, nosotros hemos
hallado delante de Dios, pero que no la podremos descubrir ni experimentar si
en cada día y circunstancia de nuestra vida no le buscamos reconociendo nuestra
necesidad y dependencia de Él. El Señor en respuesta a la petición de su siervo
Moisés le dijo: “Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” y por
Jesucristo, la presencia de Dios por medio de su Santo Espíritu en nosotros los
creyentes está y dice que estará para siempre; de modo que, atendamos a este
llamado y este deseo tan precioso de Dios para nosotros y disfrutemos así de
todo el conocimiento y la revelación que Él, por su Espíritu, nos quiere dar en
nuestro diario caminar. Oración.
«Padre Santo, bueno, fiel, misericordioso y bondadoso, en
este nuevo día que me concedes de vida, te alabo y te bendigo por lo que eres y
por permitirme estar delante de ti; Señor bueno, en este momento rindiendo mi
corazón delante de ti con toda fe y humildad te pido que por esa gracia que me
has concedido en Jesucristo, me muestres el camino que debo andar, la decisión
que debo tomar y el paso que debo dar; bendice mi vida con la gracia de poderte
conocer más y más en mi diario caminar, amén.