lunes, 17 de junio de 2013

Tentaciones


Tentaciones
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. Génesis 3:6
Si usted tiene hijos o nietos pequeños, sabrá quién es el ogro verde de las películas animadas de Shrek. Tan famoso es este personaje, que McDonald’s decidió obsequiar a sus pequeños consumidores vasos con los personajes impresos de estas películas.
Aparentemente la campaña ha sido muy exitosa, pues McDonald’s obsequió 12 millones de vasos.
Pero luego descubrieron que la pintura en los vasos contenía cadmio, un metal tóxico, por lo cual McDonald’s pidió a sus clientes que dejen de utilizarlos. En otras palabras, por más que los vasos lucen bien, si esas partículas de cadmio son ingeridas por los niños, les pueden causar cáncer.
Adán y Eva habrían entendido bien.
En el jardín del Edén, Satanás les señaló un árbol que lucía bien… un árbol cuyo fruto era bueno para comer… un árbol que podía hacer inteligente a una persona.
La Biblia no dice que ambos comieron. Y así entró la muerte en su mundo… y en el nuestro.
La tentación casi siempre luce bien, ¿verdad? No tendría mucho resultado si no fuera así… tan tentadora.
Somos una raza débil y pecadora. Cada día Satanás y el mundo nos seducen, y caemos en la tentación y el pecado.
Es por ello que necesitamos al Salvador. En la persona de Jesucristo encontramos a la única persona que resistió la tentación – cada tentación – todas las veces.
Aún más importante, él resistió esas tentaciones por nosotros. Y gracias a que así lo hizo, no tenemos que temer a las tentaciones del demonio. Tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo por evitarlas, pero no debemos temerles.
Gracias a Jesús, el perdón y la vida eterna son nuestros. Gracias a Jesús estamos perdonados, sanados y salvados.
ORACIÓN: Señor Jesús, doy gracias porque tú resististe todas las tentaciones del diablo por nosotros. Ayúdame a estar siempre agradecido por tu amor y tu misericordia. En tu nombre. Amén.