lunes, 27 de abril de 2009

David se retira a Gat


1 Samuel 27 -

CAPÍTULO 27
Versículos 1-7. David se retira a Gat. 8-12. David engaña a Aquis.

Vv. 1-7.La incredulidad es un pecado que fácilmente asedia aun a los hombres buenos cuando hay luchas por fuera y temores por dentro; es difícil de superar. ¡Señor, aumenta nuestra fe! Podemos sonrojarnos al pensar que la palabra de un filisteo tuviera más valor que la palabra de un israelita, y que la ciudad de Gat fuera un refugio para un hombre bueno, cuando las ciudades de Israel le negaron un refugio seguro. David consiguió un lugar cómodo no sólo distante de Gat, sino en la frontera con Israel, donde podía mantener comunicación con sus compatriotas.

Vv. 8-12.David atacó algunos remanentes de las naciones sentenciadas mientras estuvo en territorio filisteo. La gente que mató estaba desde hacía mucho tiempo condenada a la destrucción.
A veces es sabio evitar la notoriedad pública, pero no debemos estar ociosos en ninguna situación. Siempre debemos tratar de hacer algo por la causa de Dios.
David ocultó esta expedición de Aquis. Pero una falacia que sirve al objetivo de una mentira es tan parecida a ella, como un hipócrita es a una persona profana; sólo tiene un mejor aspecto, y por consiguiente es más peligrosa. Sin embargo, aunque los creyentes manifiesten imperfecciones frecuentemente, nunca deben dejarse vencer, para renunciar al servicio de Dios y unirse a los intereses de sus enemigos o, finalmente, llegar a ser siervos del pecado y de Satanás. Pero ¡qué secuela de males siguen a la incredulidad! Cuando olvidamos las misericordias pasadas del Señor y sus promesas de gracia, seremos abrumados con temores deprimentes y, probablemente, seremos guiados a adoptar algún método deshonroso para librarnos de nuestros problemas. Nada puede establecernos tan eficazmente en un carácter y costumbres santas, y preservarnos de la confusión, como la dependencia firme e inconmovible de las promesas de Dios en Cristo Jesús.