miércoles, 28 de agosto de 2019

UN CORAZÓN QUE AGRADA A DIOS


CARACTERÍSTICAS DE UN CORAZÓN QUE AGRADA A DIOS
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”, Proverbios 4:23
El creyente con un corazón cambiado está llamado a poner en práctica la gracia obtenida, guardando su corazón (santidad), y permitiendo ser dirigido por Dios, (Isaías 30:1-2, Jeremías 17:5).
Pero, ¿cómo es un corazón que agrada a Dios? En esencia es un corazón que NO es rebelde y obstinado (1 Samuel 15:23), que permite que la gracia de Dios lo dirija y lo sustente. Por esto debemos cultivar las características de un corazón que agrada a Dios: primero un corazón arrepentido, es decir contrito y humillado (Salmo 51:17), que reconoce cuando se equivoca, permitiendo que Dios limpie y corrija su andar, que luego se coloca en disposición y servicio a ese Dios misericordioso que lo ha perdonado (Salmos 108). Es un corazón que actúa en toda circunstancia con humildad, esto es, que es suave y apacible (1 Pedro 3:3-4), esperando obedecer a Dios antes que a mandamientos de hombres (Hechos 13:22). Estas características de arrepentimiento, servicio y humildad, hacen que tengamos un corazón íntegro, totalmente dedicado a Dios, (1 Reyes 8:61, 1 Reyes 9:4) y útil para toda buena obra.
Por lo tanto, no nos debemos dejar conducir por nuestra carne o nuestras emociones, sino por su Espíritu que ahora habita en nosotros por fe en Cristo. Es la clave para que nuestro corazón no se desvíe y gocemos de toda bendición.
Debemos cultivar cosas honestas que no contaminen nuestro corazón, también evitar cosas que entren por nuestros sentidos y nos lleven a alejar nuestro corazón de Dios, nos distraigan de su presencia y su guía. Por último, reflexionemos acerca de qué cosas pueden desviar nuestro corazón de la presencia de Dios. (Salmos 101:2-3, 1 Reyes 11:4, 1 Reyes 15:3)              Oración.
"Señor, mi Dios, quiero tener un corazón manso y humilde, que te obedezca en todo, que se aleje de toda rebeldía y obstinación, que te reconozca en todos los caminos. Guíame Señor y sana mi corazón. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.