domingo, 30 de diciembre de 2012

El mejor uso de la vida


El mejor uso de la vida

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Filipenses 1:21

Personalice el versículo de hoy llenando los espacios en blanc "Porque para mí el vivir es __________, y el morir es __________". Si usted puso riqueza en el primer espacio, el morir no es ganancia, sino pérdida. Lo mismo puede decirse si usted escogió prestigio, fama, poder o posesiones, ya que ninguna de esas cosas permanece después de la muerte: se pierde el prestigio, se olvida la fama, el poder es inútil y otros se quedan con las posesiones. Para que el versículo de hoy tenga sentido como lo escribió Pablo, solo Cristo puede llenar el primer espacio en blanco. De otra manera, la muerte es inevitablemente una pérdida.

Algunos que lean esto dirán que pusieron a Cristo en el espacio en blanco. Pero si lo piensan bien comprenderán que lo que en realidad quisieron decir fue Cristo más la riqueza, Cristo más el poder o Cristo más las posesiones. Cristo no puede compartir el primer espacio con ninguna otra cosa. Los que verdaderamente viven para Cristo no tienen temor alguno de la muerte y hacen el mejor uso de la vida, glorificando a Cristo en ambos casos.    Trabajo fecundo

Si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra.

Filipenses 1:22

El apóstol Pablo consideraba que estar vivo en el mundo físico es sinónimo de trabajo fecundo para Cristo. Su empleo de la palabra "obra" se refiere a su trabajo espiritual para el Señor, que da frutos espirituales. Pueden verse los frutos espirituales en las personas, en las obras y en las palabras; en todo lo que sea de valor eterno. Esa clase de frutos resulta del trabajo arduo, que es la actividad natural de los santos en la tierra.

Pablo tenía un gran deseo de dar fruto. Quería que los filipenses confiaran en Cristo y fueran fortalecidos para la evangelización (Fil. 1:26-27). Nos recuerda al salmista que dij "Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad" (Sal. 71:17-18). Ese anciano quería vivir bastante tiempo para declarar el poder de Dios a la próxima generación. ¡Qué Dios le conceda a usted ese mismo privilegio!    Escoger entre el cielo y la tierra

Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho.

Filipenses 1:23

Todo cristiano debe sentir el fuerte deseo de estar con Cristo, pero también el deseo de edificar su iglesia. Si el Señor me dijera "Tienes cinco minutos para escoger entre estar en el cielo o seguir en la tierra", sería difícil para mí tomar esa decisión. Y me gustaría estar seguro de que estoy decidiendo por las razones debidas. Tendría que preguntarme: ¿puedo glorificar más a Cristo en el cielo o en la tierra?

Pablo la consideró una decisión difícil. No obstante, la mayoría de las personas optarían por quedarse en la tierra. Cuando se les preguntara por qué, casi todas darían alguna razón egoísta, como "Estamos comprando una nueva casa" o "No quiero dejar a mis hijos". Para Pablo nada era más importante que glorificar a Cristo. Cuando se enfrentaba a los asuntos más esenciales de la vida, si era mejor vivir o morir, su respuesta era: "Quiero glorificar a Cristo en el cielo o en la tierra. Si se me da a escoger, no puedo escoger". Como glorificar a Cristo era la motivación de Pablo, el problema no era dónde él glorificaba a Cristo. Eso debe ser así para usted también.    





Ausentes del cuerpo, presentes al Señor

Confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.

2 Corintios 5:8

Cuando un creyente sale de este mundo, va de inmediato a la presencia de Cristo. No hay nada como que el "el alma duerme" ni un lugar intermedio de espera, ni la Biblia enseña que haya algún lugar llamado purgatorio. Observe que el apóstol Pablo deseaba "partir y estar con Cristo" (Fil. 1:23, cursivas añadidas).

El versículo de hoy indica que, cuando estamos ausentes del cuerpo, que duerme hasta la resurrección, nuestro espíritu está presente con el Señor. También Pablo les dijo a los tesalonicenses que Cristo "murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él" (1 Ts. 5:10). Lo que Pablo quiere decir es que estemos físicamente despiertos (vivos) o físicamente dormidos (muertos), como creyentes estamos con Cristo. Estamos en su presencia en un sentido espiritual ahora y en un sentido literal cuando nuestro cuerpo esté muerto.

Usted puede regocijarse en el hecho de que no hay momento alguno de su vida como creyente en el que será separado de la presencia consciente de Jesucristo.