miércoles, 1 de junio de 2016

LA FE VIENE POR EL OÍR

LA FE VIENE POR EL OÍR Rom 10:8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.(B) Esta es la palabra de fe que predicamos:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.(C)
Rom 10:12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.(D)
Rom 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Rom 10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!(E)
Rom 10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?(F)
Rom 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.  NUNCA TE DEJARE Esas palabras de Jesús a Sus discípulos justo antes de Su ascensión —«Yo estoy con vosotros todos los días. se hacen preciosas para mí cada dia. Yo estoy con vosotros dondequiera que vayáis».
Una de las primeras referencias a la constante presencia de Dios la hace Moisés en Deuteronomio 31:6-8, cuando le dio instrucciones a su sucesor en cuanto a guiar al pueblo de Dios a la «tierra de la promesa». Y el propio Josué escuchó la misma palabra del Señor: «Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé» (Josué 1:5).
Esa promesa se repite en el Nuevo Testamento, donde el autor de Hebreos garantiza lo siguiente: «Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré» (13:5).
Dondequiera que sea que te encuentres hoy, no estás solo. Si has colocado tu confianza en Jesús para tu salvación eterna, puedes tener la certeza de que Él nunca te dejará.