jueves, 26 de febrero de 2009

francisco

mi devocional

Alabanza por las respuestas

26 de febrero

Alabanza por las respuestas
Orad sin cesar. Dad gracias en todo.

1 Tesalonicenses 5:17–18

Cuando Dios contesta la oración acerca de determinada situación, tenemos el privilegio de ser parte de su obra y de alabarlo por ella. Cuando no participamos mediante la oración, perdemos la oportunidad de darle gloria.

Suponga que alguien fuera a una reunión de oración y dijera: “Ha ocurrido algo maravillos la señora a quien le he estado dando testimonio ha entregado su corazón a Cristo. Ahora es creyente y está aquí con nosotros esta noche. Gracias por orar por ella durante estos últimos meses”. Las personas presentes pueden alabar al Señor, en particular quienes habían estado orando por la conversión de esa mujer.

Pero también habría algunos que, aunque dando alabanza, no se sentirían como que han participado porque no habían orado por la señora. Hay que participar en lo que Dios está haciendo para que pueda alabar con sinceridad.