lunes, 1 de marzo de 2021

Mi pensamiento es Cristo

 

Mi pensamiento es Cristo


«Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo» 2 Corintios 11:2-3

Este celo al que se refiere Pablo proviene de la naturaleza divina y es diferente al que surge de la naturaleza humana, porque el celo divino tiene el propósito de cuidar y guardar de la destrucción, más el celo humano conduce al descontrol de la mente y de las emociones, haciéndole prisionero de ese celo.

Dios nos anhela sin reservas para Él, Santiago 4:5 dice: « ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?»

Es notable el hecho de que la desobediencia y la rebeldía para con Dios, nacen en el pensamiento del hombre, y esto nos hace reflexionar sobre la fragilidad de nuestros sentidos, a los cuales en muchas ocasiones seguimos su propio sentir y he allí el gran problema.

Pues el éxito de satanás, materializado en la serpiente, fue hacer que los sentidos de Eva se enfocaran en algo diferente a Dios, usó algo cotidiano e inofensivo, el fruto de un árbol, para causar un gran daño. Eva no tuvo que pronunciar palabra alguna para caer, solo permitió que sus pensamientos se desviaran del compromiso puro y sincero que tenía hacia Dios y el hombre; un poco de seducción y un pequeño desvió del pensamiento le costó a la humanidad la pérdida de la naturaleza divina y la destitución de la presencia de Dios. Para esto, solo Jesucristo pudo ser el mediador y restaurar lo que la humanidad perdió, por eso hoy más que nunca, nuestro pensamiento en su totalidad debe estar sometido a Cristo, para que ningún engaño o falsa doctrina que tanto acecha, nos haga caer.

Pablo ansiaba que el amor de los creyentes de la iglesia fuera sólo para Cristo, así como una novia pura que afirma su amor a un solo hombre, pues la devoción simple y pura de los creyentes a Cristo debe ser firme y en sincera fidelidad.

Hermanos, que los afanes y distracciones del mundo no saturen nuestra vida y perdamos el amor y la fe por Cristo, pues somos llamados a ser auténticos creyentes.  Oración.

«Amado Dios, sé cuánto me amas y anhelas celosamente; por eso, al despertar cada mañana, llevo cautivo mi pensamiento a Jesucristo, lleno mi mente de su Palabra para estar firme a toda astucia de engaño y poder permanecer en sincera fidelidad. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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