Y entonces
vendrá el fin
“Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas
las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14
A muchos les
aterra pensar que algún día finalizarán todas las cosas, que concluirá la
historia de la humanidad y llegará tarde o temprano un juicio sobre los
habitantes de la tierra (Apocalipsis 20:11-13). Será el fin para quienes
rechacen el reino de Dios, para quienes no pusieron la confianza en Dios y en
su Ungido, en Cristo el Salvador, inmolado por nuestros pecados, que vino a
darnos vida eterna, no a condenarnos (Juan 3:16-18).
Para quienes
no tienen puesta su esperanza en Cristo y en su Palabra, será el juicio y el
fin, pero para quienes hemos creído y recibido a Jesús en nuestro corazón, será
el inicio de la vida eterna que por gracia Dios nos concedió en él. El inicio
de un cielo nuevo y una tierra nueva, donde habitaremos sin pecado, en paz y en
total dependencia de Dios (Apocalipsis 22:2), y Él morará con nosotros; y
seremos su pueblo, estará con nosotros como nuestro Dios en una comunión única
e ininterrumpida, donde enjugará toda lágrima de los ojos de nosotros; y ya no
habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas pasaron (Apocalipsis 21:1-4).
No nos
engañemos, “los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte
en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis
21:8). Si en tu corazón y en tu vida aún practicas tales cosas, ven a beber
gratuitamente de la fuente del agua de la vida que es Cristo, cree de todo
corazón en Él y serás llevado de muerte a vida eterna, Dios colocará su Santo
Espíritu en ti como garantía de salvación. (Efesios 1:13-14) Oración.
«Padre, hoy
quiero entregar mi vida a ti, creo en tu Hijo Jesucristo, en que Él murió por
mis pecados y resucitó para darme vida eterna, hoy me entrego a ti y te pido
coloques tu Espíritu en mí para servirte y vivir una vida que te agrade, lejos
del pecado y de las cosas del mundo. En el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.