miércoles, 18 de junio de 2025

Compasión y bondad reflejo del Amor de Dios

 


Compasión y bondad reflejo del Amor de Dios

“Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande? Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños” Mateo 15:32-38

Es maravilloso ver cómo una y otra vez la Palabra de Dios nos revela el amor y la bondad de nuestro Salvador; Jesús en el relato bíblico conocido como la alimentación de los cuatro mil, muestra claramente una característica de su gran amor: la compasión. Para el Señor era importante enseñarle a la gente las verdades espirituales de su Reino, por eso predicaba a las multitudes, pero también trataba sus necesidades físicas y emocionales, sanando a las personas que se acercaban a Él, de enfermedades tanto físicas como del alma y del espíritu; del mismo modo, las necesidades básicas del hombre no pasaban desapercibidas, ni eran ajenas para el Maestro, por eso les dice claramente a sus discípulos: “Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.”

Es interesante ver que sus discípulos, quienes ya habían presenciado el milagro de la multiplicación de los peces y los panes conocido como la alimentación de los cinco mil, cuando escuchan esta declaración de compasión por parte de Jesús responden: “¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?”. Pero Jesús toma esta oportunidad para enseñar nuevamente a sus discípulos acerca de su amor compasivo y bondadoso, y por eso les responde con otra pregunta: “¿Cuántos panes tenéis?” luego de esto los discípulos entregan lo poco que tienen y son testigos nuevamente del milagro de la multiplicación. Hermanos, recordemos siempre la compasión y bondad de nuestro Dios, pues así como es capaz de alimentar a una multitud, también es capaz de saciar con el Pan de vida el alma de un pecador; por eso, compartamos su Palabra y ayudemos con lo que tengamos al necesitado, pues lo uno como lo otro reflejan su amor.    Oración.

«Señor Jesús, ayúdame a ser más como tú, que tu amor me inunde y pueda expresar este amor a los demás por medio de la compasión y la bondad, predicando y practicando. Amén.