viernes, 6 de octubre de 2017

Vivir en Santidad


 Vivir en Santidad



Pasaje clave: 1º Pedro 1:16.



¿Qué es la Santidad?

Si piensas o sientes que la santidad es sólo un “NO” en tu vida (NO puedes, NO hagas, NO vayas, NO mires, etc.), entonces necesitas entender bien de qué se trata.



1. Santidad es hacer las cosas que Dios quiere.

Es vivir y hacer lo que hizo Jesús. Pregúntate: ¿Esto lo haría Jesús? ¿Esto lo pensaría Jesús? ¿Esto lo diría Jesús?



2. La santidad es como una avenida de dos manos (de dos carriles).

Por un lado, significa renunciar al pecado y a todo lo que no te edifica (lo que te lastima, te enferma y te ensucia en tu cuerpo, mente y emociones).

Y por otro lado, es vivir bajo el control del Espíritu Santo, aprender a reproducir el carácter de Jesús en tu vida.



3. La santidad es un estilo de vida.

Eliges vivir tu vida bajo el gobierno y la dirección del Espíritu de Dios. Vives las 24 hs. del día en la presencia de Dios, haciendo lo que Él quiere y hablando como Él quiere.



4. La santidad es un escudo protector en tu vida.

Cuando vives en santidad estás 100% protegido.

En santidad no puedes enfermarte de SIDA, ni de herpes ni de ninguna enfermedad venérea.

En santidad no tienes temor a un embarazo indeseado.

En santidad no te vuelves adicto a las drogas, al alcohol o a la pornografía.

En santidad no tienes temor de que una patota te mate a golpes porque estás con la gente correcta en los lugares correctos.

En santidad no haces trampas ni engañas, no robas ni mientes y te libras de innumerables problemas.

En santidad no eres infiel a tu pareja.

En santidad no te vuelves adicto a los juegos de azar ni a las apuestas.

En santidad no te “enredas” con la gente equivocada (los negativos, los chismosos, los quejosos). ¿Entiendes?

5. La santidad te permitirá disfrutar de todo lo bueno que hay en la vida. En santidad vives con libertad. Gozas, amas, tienes paz, descubres la paciencia, ejercitas el dominio propio.

Prepara tu mente para la acción. Piensa. Usa tu cabeza y evita con anticipación aquellas situaciones donde puedas ser tentado a actuar mal y a perder la santidad.

Ten dominio de ti mismo.



Andar en Santidad

1. Fuimos llamados y escogidos con un propósito: Ser santos (Exodo 19:6. Dt. 7:6).

2. Por medio de Jesús soy un hijo santificado por Dios (1º Co.1:2, 6:11). Por la obra que Jesús hizo en la cruz y que recibimos en nuestras vidas fuimos perdonados, apartados y consagrados para Dios.

Ya no pertenecemos más al mundo, ni al pecado, ni a Satanás. Ahora somos del Señor.

“Te alabo Señor. Antes era sucio, antes hacía cosas desagradables que me corrompían, pero me limpiaste y ahora soy santo y estoy en tu camino para hacer tu voluntad”.

3. Avanzamos en santidad. Dejamos el pasado. Miramos el presente como Cristo y conquistamos el futuro (Fil. 3:12-14).

El plan de Dios para nosotros no es perfección, sino progreso. No es obsesionarnos ni paralizarnos de miedo tratando de ser perfectos, sino avanzar y crecer. Pero no podemos lograr esto si estamos viviendo en pecado.

Una vida santa es una vida abundante, de avance y crecimiento. No es solamente no pecar, sino reproducir el carácter de Jesús en nuestras vidas.    Cristo no condeno a la mujer adúltera, pero si le dijo vete y NO PEQUES MAS ESE ES EL MANDATO DE CRISTO PARA LOS HIJOS DE DIOS QUE TENEMOS AL ESPIRITU SANTO QUE NOS ALLUDA A NO PRATICAR EL PECADO