jueves, 10 de diciembre de 2009

La bendición de los partidarios


La bendición de los partidarios

Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.

Filipenses 1:15

Es doloroso pensar que un santo como Pablo tuviera que soportar oposición hasta el punto de decir: "En mi primera defensa [el primer juicio en Roma] ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon" (2 Ti. 4:16). Cuando Pablo les escribió a los filipenses, estaba tan privado de amigos que dijo de Timote "A ninguno tengo del mismo ánimo" (Fil. 2:20).

Pero Pablo también escribió que algunos estaban predicando a Cristo "de buena voluntad" según el versículo de hoy, que denota satisfacción y contentamiento. Los partidarios de Pablo estaban contentos con lo que Dios estaba haciendo en la vida de ellos y en la vida de Pablo. Simpatizaban con él y estaban agradecidos de su ministerio.

Hoy también hay personas así. ¡Qué bendición, aliento y fuente de gozo son ellas! Doy gracias a Dios por llenar mi vida de personas así. Lo que más importa

Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

Filipenses 1:18

La palabra "anunciado" en el versículo de hoy significa "proclamar con autoridad". Sin que importara el costo personal, Pablo estaba decidido a que Cristo se proclamara con autoridad.

Aun cuando los detractores de Pablo predicaran el evangelio verdadero, eso tenía un efecto. Un predicador con motivos egoístas puede ser usado por Dios porque la verdad es más poderosa que el paquete en el que viene.

Pablo vivía para ver que se proclamara el evangelio; no le importaba quién se atribuía el mérito. Esa debe ser la actitud de todo pastor, maestro, anciano, diácono, líder y laico en la iglesia. En todo lo que sufrió, Pablo no dejó de predicar, ni criticó, ni se deprimió ni perdió el gozo. Es porque la causa de Cristo seguía adelante y se proclamaba su nombre. Eso era todo lo que Pablo quería. Esa es una actitud que la gracia de Cristo infunde en todos los santos.