jueves, 16 de diciembre de 2021

Dos clases de persona

 


Dos clases de persona

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” 1 Corintios 3:1-3

“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5:17

Dos clases de persona parece que actuarán en nosotros, y en ciertas ocasiones, al recordar si actuamos correctamente o no, en una situación determinada, decimos si hemos actuado en la carne o guiados por el Espíritu.

Pero no es realmente una lucha interior sino que es una cuestión de elección y de fe, porque en Cristo somos completamente nuevos, pero nosotros decidimos si andamos como si fuéramos el viejo hombre, llevado por deseos carnales, o si andamos como espirituales, siendo guiados por el Espíritu de Dios.

Entonces, ¿por qué siendo nuevos en Cristo a veces nos comportamos como carnales? La escritura hoy nos llama la atención, pues tenemos una nueva posición cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón, por tanto el Espíritu Santo, derramado en nosotros, actúa poderosamente para derrotar la mala influencia de la carne con toda suficiencia y plenitud, (Efesios 3:20). Esto ocurre cuando tomamos nuestra posición en Cristo para que no usemos la libertad dada en satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa, sino, para servir a los demás por amor (Gálatas 5:13). Así que nos comportamos como carnales cuando olvidamos quienes somos.

Es un hecho, algo que debemos saber, creer y tomar, la carne ya ha sido condenada, y está próxima a desaparecer. La verdadera vida presente del creyente está en el Espíritu.

Por esto la escritura nos da una primera instrucción clara: haced morir lo terrenal en vosotros, y nos da detalles explícitos de comportamiento que podemos, con la ayuda del Espíritu, dejar de practicar o dejar atrás: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría, ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca, la mentira; teniendo claro que estas son cosas en las cuales anduvimos en otro tiempo, y esto se refiere al pasado. (Colosenses 3:5-11)

La segunda instrucción clave la veremos en el devocional de mañana.   Oración.

«Padre, en el nombre de Jesús, mi Salvador, quiero aplicar hoy esta verdad tan importante para mi vida: el vivir guiado por tu Espíritu para hacer morir en mi todo lo terrenal, todo mal deseo, toda influencia del pecado. Vivir desde ahora en adelante para agradarte tomando mi nueva posición en Cristo. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.