martes, 11 de enero de 2022

Mi justicia está en Jesús

 


Mi justicia está en Jesús

“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 6:23

Usted ¿Qué haría si le dicen que, por sus mentiras, enojos, malos pensamientos, falsos juramentos y toda palabra, acto u omisión que ha cometido durante su vida merece la muerte, pero que Dios le regala vida eterna si decide creer en Jesucristo?

De la muerte son dignos merecedores todos aquellos que cometen pecado, porque para Dios el único pago por este delito es la muerte, pero, entonces, si todos hemos cometido pecado, ¿por qué solo con creer en Jesucristo es suficiente para no merecer la muerte y por el contrario tener vida eterna? Porque Dios, que tanto amó al mundo, envió a su Hijo a morir por el pecado de todos (Juan 1:29).

Cuando Jesús murió en la cruz lo hizo en sustitución de todos, pero la salvación es para cada persona que ahora cree, porque a Él que no cometió pecado, Dios lo hizo pecado, es decir, puso todos nuestros pecados en su cuerpo en la cruz, para que así cada creyente recibiera esa justicia que Jesús logró con su muerte (2 Corintios 5:21).

Muchas veces nos cuesta creer que solo por medio de la fe o del creer en Jesucristo, Dios nos de todo, pero esto es lo que nos dice la Biblia, «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.» (Romanos 1:17). El justo, es decir, el que recibe la justicia de Dios, vivirá y tendrá vida eterna por medio de la fe, y claramente la fe en Jesucristo, porque Él es el único que nos puede salvar, pues dice la Escritura que, todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo (Romanos 10:13).

Así que, te invito a que confieses con tu boca que Jesús es el Señor, y creas en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, y serás salvo. «Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado». (Romanos 10:10-11.).

Y a ti que ya has creído, te invito para que con esta poderosa verdad no te quedes, compártela y permite que, así como a ti, también a muchas personas les llegue la luz, la verdad, la justicia y la vida, Jesucristo.   Oración.

«Padre, gracias porque siendo perfectamente merecedor de la sentencia por mi pecado, tú enviaste a tu Hijo a morir por mí y ahora la condena que merecía se ha transformado en salvación y vida eterna por medio de mi fe en Él. Te pido que esta verdad llegue a millones de personas para que sean libres de la esclavitud y paga del pecado, en el nombre de Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.