jueves, 26 de marzo de 2020

Preparados para resistir el día malo. Parte 1


Preparados para resistir el día malo. Parte 1

“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” Efesios 6:13
No me imagino un soldado enfermo, mal alimentado, sin chaleco antibalas y sin casco, en tiempo de guerra. No resistiría ni un segundo el ataque de una fuerza enemiga bien armada, preparada y con una estrategia contundente.
Las fuerzas del mal, son fuerzas espirituales, muchas veces imperceptibles, pero que identificamos por las consecuencias de su actuar y su resultado es la muerte, el robo y la destrucción. El ser humano es quien le abre la puerta al mal, cuando aparta a Dios de su vida y decide vivir independientemente de Él. Puesto que no hay un bando intermedio, no hay espacio para tibios, o estamos con Cristo, o estamos con el mal, como el Señor Jesús lo aclaró: “” El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.” Mateo 12:30.
Reflexionemos por tanto si somos en verdad soldados de Cristo, preparados para el día malo: ¿Conocemos la escritura y la aplicamos en nuestra vida correctamente?, ¿somos consecuentes entre lo que creemos y lo que hacemos?, ¿actuamos con diligencia ante las necesidades espirituales y materiales de nuestro prójimo?, ¿predicamos la Palabra de verdad en todo tiempo?, ¿confiamos en la provisión y el cuidado de Dios en tiempo difíciles?
Este pequeño test espiritual, que podemos hacer en este tiempo, evaluará si estamos listos para resistir el día malo. Si las respuestas no son favorables, por favor, hoy más que nunca debemos orar fervientemente, estudiar la Palabra diligentemente y aplicarla sin demora en nuestra vida. Como buen cristiano, inicia hoy tu preparación espiritual para que puedas ser un soldado digno de la confianza del Rey Supremo, Jesucristo. Oración.
«Padre, ya no quiero ser un mediocre espiritual, un soldado sin preparación, quiero disponer mi vida a tu servicio, ayúdame a estar listo para hacer lo que a ti te agrada, lo bueno, lo perfecto y lo justo. Amén».  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.