La importancia de prestar atención
“Estando ellos en Galilea,
Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le
matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran
manera.” Mateo 17:22-23
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos
y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el
obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de
los carneros.” 1 Samuel 15:22
Por su gracia y amor, Jesús había llevado consigo a tres de
sus discípulos: Pedro, Jacobo y Juan, a un monte alto, donde ellos pudieron
presenciar un suceso extraordinario: La transfiguración de Jesús. Este
acontecimiento relatado en Mateo 17:1-13 les permitió a aquellos discípulos
presenciar la gloria del Hijo de Dios, y lo que tuvieron que hacer fue caminar
junto al maestro, obedeciéndole, al atender a su llamado.
En ese lugar, se les reveló tanto el Hijo en su majestad,
como el Padre en su potestad, ahí Dios les declaró: “Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia; a él oíd” Mateo 17:5b. Esta revelación del Padre
debería haber llevado a los discípulos a poner especial atención a las Palabras
de Jesús, quien más adelante les vuelve a decir que Él sería entregado en manos
de hombres, quienes lo matarían, pero que al tercer día resucitaría, a lo que
ellos reaccionaron con tristeza como muestra Mateo 17:22-23.
Por eso, prestar atención es tan importante como nos enseña 1
Samuel 15:22b, pues si escuchamos atentamente, nos evitaremos sufrimientos
innecesarios, y además podremos tener esperanza, pues como en el caso de lo que
les reveló Jesús a sus discípulos, con la muerte suya, luego vendría una
esperanza gloriosa para la humanidad: el poder de su resurrección.
Hermanos cuando Jesús declara en Juan 14:23 “El que me ama,
mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada
con él”, nos está invitando a caminar con Él, a obedecerlo al escuchar su
llamado, y a subir al monte, es decir nos invita a tener comunión con Él, ahí
podemos, al igual que los tres discípulos, tener el privilegio de ser
partícipes de la revelación del Padre y del Hijo, y además poder ser
transformados a la imagen del Hijo por el Espíritu, como declara 2 Corintios
3:18. Oración.
«Espíritu Santo ayúdame a prestar atención a la Palabra de
Dios, llévame a escuchar atentamente y a obedecer tu voz, llévame a esa
comunión, donde pueda ser transformado a la imagen de Cristo. Amen.