viernes, 24 de julio de 2015

Salmos.1.v2-4

Salmos.1.v2-4 Esta "ley de Jehová" se refiere a toda las Escrituras: los primeros cinco libros de Moisés, los profetas, y los otros escritos. Mientras más conozcamos el punto de vista de la Palabra de Dios, más recursos tendremos para tomar nuestras decisiones diarias.

1.2, 3 Hay una pizca muy simple de sabiduría en estos dos versículos. Mientras más nos deleitamos en la presencia de Dios, más fructífero seremos. Por otro lado, mientras más permitamos que los que ridiculizan a Dios afecten nuestros pensamientos y actitudes, más nos separamos de la fuente real de alimento espiritual. Debemos tener contacto con los incrédulos si es que queremos hablarles de Dios. Pero no debemos imitar su conducta pecaminosa. Si usted desea desesperarse, pase tiempo con los escarnecedores. Pero si desea felicidad,cultive la amistad de los que aman a Dios y su Palabra.

1.3 Cuando las Escrituras prometen "y todo lo que hacen, prosperará", no significa que sean inmunes al fracaso o a las dificultades. Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad. Lo que la prosperidad significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de Dios se aplica en nuestras vidas, el fruto (resultados o productos derivados) que produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de Dios. Así como un árbol absorbe el agua y produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de Dios, para producir hechos y actitudes que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra de Dios en nuestro corazón.

1.4 El tamo es la cubierta exterior (o cáscara) que se debe retirar para obtener las semillas de grano que están dentro. El tamo se retiraba por medio de un proceso llamado trilla y aventamiento. Después que se cortaban las plantas, eran aplastadas, y luego las piezas eran aventadas al aire. El tamo es muy liviano y el más mínimo viento se lo lleva, mientras que el grano bueno cae en la tierra. El tamo es símbolo de una vida infiel que vaga sin dirección. El grano bueno es símbolo de una vida fiel que Dios puede utilizar. Sin embargo nosotros, a diferencia del gramo, podemos elegir.