lunes, 15 de noviembre de 2010

Crecimiento Espiritual


Crecimiento Espiritual


Pasaje clave: Efesios 4:12.

La Biblia es muy clara en el hecho que la voluntad de Dios es que cada creyente alcance la madurez espiritual. (Efesios 4:14-15).

Pero nos preguntamos ¿cómo se produce el crecimiento espiritual? ¿Cómo podemos ser maduros en Cristo?

Los Mitos Sobre el Crecimiento Espiritual

Mito es una fábula, leyenda o creencia popular

1. El crecimiento espiritual es automático, cuando alguien se convierte.

No alcanza con asistir a la iglesia para crecer. En toda iglesia hay personas que asisten por años y siguen siendo bebés espirituales.

La verdad: El crecimiento espiritual es intencional. Se requiere compromiso y esfuerzo para crecer. El discipulado empieza con una decisión sincera. “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12-13).

2. El crecimiento espiritual sólo es alcanzable para unos pocos elegidos.

Para algunos la palabra espiritual es un término místico: Otros piensan en monjes. Creen que la madurez espiritual es para súper santos.

La verdad: El crecimiento espiritual es muy práctico. Cualquier creyente puede alcanzar la madurez espiritual si desarrolla los hábitos necesarios para el crecimiento.

3. La madurez espiritual es asunto de hallar la “llave correcta.”

Muchos cristianos piensan que su crecimiento depende de un solo factor mágico que deben hallar. O de una experiencia espiritual que, por sí sola, les llevará a ser como Cristo.

La verdad: El crecimiento espiritual es un proceso que lleva tiempo. Dios instruyó a los israelitas a tomar la tierra “poco a poco” (Deut.7:22). Dios nos lleva gradualmente al crecimiento y la madurez. El proceso de crecer en Cristo dura toda la vida.

4. La madurez espiritual se mide por lo que Ud. conoce.

Conocer la Biblia es fundamental para crecer, pero no es el factor determinante.

La verdad: La madurez espiritual se mide más por las conductas que por las creencias. Las creencias deben estar respaldadas por la conducta.

5. El crecimiento espiritual es un asunto personal y privado.

Es decir, mi crecimiento no tiene nada que ver con otras personas, es asunto de mí mismo.

La verdad: Los cristianos necesitan relacionarse para crecer. No crecemos aislados de los demás, nos desarrollamos en el contexto de la comunión. Leer Hebreos 10:24,25. Dios quiere que crezcamos dentro de una familia.

6. Todo lo que se necesita para crecer es estudiar la Biblia.

Algunos opinan que crecer es asunto de cursos, estudios e institutos. Pero para crecer en Cristo se necesita más.

La verdad: Se necesita una variedad de experiencias espirituales con Dios para producir madurez espiritual. Alabar a Dios, compartir con otros, usar nuestros talentos y compartir nuestra fe con los perdidos



Qué se Necesita Para Crecer en Cristo.

1. Un Compromiso Serio.

Alguien dijo: “La Iglesia es la compañía de los comprometidos.”

¿Está Ud. más comprometido con Cristo que hace unos años?

¿En qué está nuestro compromiso? Algunos se comprometen con su carrera, otros con su trabajo, otros con sus negocios. Otros con un noviazgo.

Nuestra meta principal debe ser comprometernos con Cristo. Saber que el lugar que ocupamos en esta sociedad, en el hogar, la escuela, el trabajo, es un lugar para manifestar a Jesús.

Sólo personas seriamente comprometidas con Cristo pueden plantearse el crecer en la fe.

Nada provoca tanta satisfacción a una persona como tener un genuino compromiso con Cristo. Los beneficios son tanto visibles como eternos.



2. Desarrollar Nuevos Hábitos.

Para ser un discípulo se requiere disciplina. Dostoyevsky dijo: “La segunda mitad de la vida de un hombre es hecha por los hábitos que formó durante la primera.”

Hay hábitos fundamentales que debemos desarrollar y tienen que ver con:

A. Nuestro tiempo.

B. Nuestro dinero.

C. Nuestras relaciones.

Si el señorío de Cristo está presente en estas tres áreas de la vida, entonces él de verdad tiene el control.

Hay cinco hábitos básicos para un discípulo de Cristo

1. Tiempo con la Palabra. Un discípulo sigue la Palabra.

2. Oración. Un discípulo ora y lleva fruto.

3. Diezmar. Un discípulo no está poseído por sus posesiones.

4. Comunión. Un discípulo expresa su amor por otros creyentes.

5. Servicio. Un discípulo está comprometido con el crecimiento del Reino de Dios.



Conclusión

Dios espera que crezcamos para parecernos a Cristo. Crecer en Cristo es un proceso en el cual nos debemos comprometer seriamente y adoptar nuevos hábitos de conducta. ¿Estás dispuesto a hacerlo?