sábado, 5 de junio de 2021

El rechazo a Jesús

 


El rechazo a Jesús

“Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.” Marcos 5:16-20

Jesús libera a un hombre de una legión de demonios, un hombre que andaba desnudo y que, aunque había sido atado con grillos, nadie lo podía dominar y dormía en sepulcros (Marcos 5:4-5).

Luego, las personas de esa región ven a este hombre completamente transformado, vestido y en su sano juicio, y en vez de dar gracias y la gloria a Dios, se preocupan por los cerdos, se llenan de temor y rechazan a Jesús, pidiéndole que se vaya.

Así nos pasa a nosotros, Jesús viene a nuestro encuentro y lo rechazamos por estar preocupados por los afanes de la vida, por la preocupación de las cosas materiales.

El Señor viene a liberarnos de aquellas cosas que nos tienen encadenados, tal vez de algún vicio, del exceso de trabajo, de la ansiedad, del amor por el dinero y de muchas otras cosas que nos llevan a perder el propósito por el cual estamos en esta tierra, nos quitan vida y nos llevan a la enfermedad, pero muchas veces preferimos seguir en nuestra condición. ¡Qué tristeza!

Así que, podemos reflexionar hoy en qué circunstancias o en qué área de nuestra vida hemos rechazado a Jesús y le hemos dicho que se vaya, al preferir cuidar lo que verdaderamente no tiene ningún valor, al querer resolver nosotros de manera independiente nuestros asuntos. Jesús se irá, pero rechazarlo tiene consecuencias eternas y desastrosas. Los suyos lo rechazaron, pero a todos los que creyeron en Él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:11-12).

Y tú, ¿has aceptado a Cristo en tu corazón? ¿En qué áreas de tu vida has rechazado a Cristo? Vamos, recibamos a Cristo y permitamos que tome el control total de nuestra vida, hallaremos descanso, bendición y verdadera libertad.   Oración.

«Señor Jesús, hoy quiero aceptarte en mi vida, que tomes el control total de todas las áreas en que antes te rechazaba, dando importancia a cosas que no tienen valor; Tú tienes el poder de liberarme de aquello que atormenta mi vida, que me mantiene esclavo, hoy confieso tu nombre y te recibo como mi Señor y Salvador. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.